La misma ciudad: Elche. dos niñas jóvenes desaparecidos en circunstancias casi idénticas que hacen sospechar un nuevo reclutamiento por parte de una secta en Perú, aunque hay una diferencia fundamental. la familia de Ana Marín Vivimos hoy la pesadilla de que en 2017 la de Patricia Aguilar, aunque con la complicación añadida de que ahora la víctima no es menor de edad y no basta con localizarla y rescatarla. Sólo si ella está en peligro, la policía podrá devolverla a casa con sus padres.
¿Cómo han podido engañar a un joven estudiante de 21 años, trabajador, dedicado, hogareño y a gusto entre los suyos? «Nos explicaron en SOS desaparecido que en las sectas buscan Gente inteligenteeso tiene preocupacionesa través de eso poner en ti menteen tu ser”, dice David Marínhermano de la joven ilicitana.
Más allá del análisis aportado por un experto, este joven periodista intuye con gran seguridad que pueden ser hacerse pasar por o manipular a su hermana. «A través de los audios, a través de sus mensajes, estamos en contacto, pero ustedes tienen la sensación “Que no es ella”, explica, también angustiado porque esas comunicaciones “son muy frías, no hay sentimientos”. Especialmente cuando le está rogando que vuelva y diciéndole que tanto sus padres como él mismo están “destrozados”, sin ello. parece afectarle, cuando siempre han tenido una buena relación.
La excusa de un trabajo
Otra de las señales que hace que el círculo más personal de Anna desconfíe de que se encuentre libre y en circunstancias normales en Perú surge cuando intenta justificar ante ellos que ya tiene trabajo. «Trabajo ahí no puedes tener con visa de turistaademás de otras veces decirnos que ha estado en libertad condicional y que está buscando trabajo”, recuerda David, destacando algunos contradicciones lo que respalda aún más su convicción de que los mensajes pueden provenir de otras personas que la retienen contra su voluntad. Además, utiliza expresiones hispanoamericanas que no parece probable que él hubiera adquirido en tan poco tiempo.
Incluso preguntó a sus seres queridos que se retirará el queja a la Policía por su desaparición para no hacerle daño, porque podría “perder su trabajo y su casa”, además de que afectó a dos personas con las que ahora vive, presuntamente en un departamento ubicado en la capital, Lima. , o en las cercanías de la ciudad.
Cuando la noticia trascendió tras la publicación de la foto de la joven en el portal SOS Desaparecidos despertó el interés de medios y autoridades, así como de particulares, por lo que David le agradeció públicamente por haber calmado inicialmente los ánimos de la familia. sintiéndose al menos apoyado. “Estuvimos más tranquilos en la mala situación, porque nos están ayudando”, comentó, aunque sin ocultar la tristeza y preocupación con la que siguen la evolución de los acontecimientos, sin poder hacer mucho más. También pidió a quien pueda dar detalles de los últimos meses relacionados con Anna, por haber tenido contacto con ella en la Universidad o en otra área, que los proporcione por si da pistas de dónde se encuentra ahora y por qué. .
La joven ilicitana, antes de marcharse.
Evidentemente, quien más luz les ha arrojado estos días dentro del oscuro túnel en el que se encuentran ha sido Patricia Aguilar, ya que vivió el proceso de acabar atrapada dentro de una secta en Perú hace cinco años. En su caso, el gurú Steven Manrique la llevó a su grupo pseudoreligioso y sufrió un cautiverio de un año y medio en el que pasó el embarazo y se ubicó en la selva con ella bebéUna impactante experiencia que ahora ha sido plasmada en una docuserie de Disney+: “548 días capturados por una secta”
ella tiene la ultima palabra
Aunque con Anna Marín añoramos ese mismo final feliz en casa, al ser ella adulta su rescate es más complejo por cuestiones legales. “De hecho, la dificultad está ahí, pero bueno, eso no significa que vayamos a rendirnos”, reafirma con firmeza su hermano. “Nos dicen que en estos casos están localizados y tenemos que ver si hay indicios de reclutamiento por alguna secta, pero que es complicado por su edad”, reconoce.
Desde la Comisaría Nacional de Elche, un agente que precisamente participó en la investigación de la otra desaparición en Perú en 2017 corrobora este matiz fundamental: “La gran diferencia es que al final, si ella no quiere que se revele su identidad, paraderomientras no esté en peligro No podemos hacer nada, por eso cuesta tanto traerla y llevarla con sus padres. En cambio, cuando es menor de edad, “siempre hay que ponerlo en un lugar seguro” y la operación se simplifica rápidamente.
“Mis compañeros están investigando, tenemos mucha voluntad, pero surge este impedimento, ojalá pudiéramos”, afirma este policía. El protocolos nacionales e internacionales por estas desapariciones han sido activado y hay investigadores de la unidad especial especializada en sectas destructivas sobre el caso. Al parecer, Anna ya acudió al Consulado a pedido de las autoridades peruanas y aseguró que se encontraba bien. Su familia no lo cree, dado su extraño comportamiento reciente, que alimenta la hipótesis de su secuestro por una secta, tras manipularla.
por meses fingido que iba diariamente al Universidadcuando luego descubrieron que ya no iba a clase, y aprovecharon una supuesta viaje de fin de curso a principios de este verano para viajar a Perú. A finales de agosto no volvió de una excursión al campo con unos amigos y les comunicó que se iba a trabajar a Madrid, antes de dar el salto al país americano.