La vigencia de la orden de detención contra Carles Puigdemont y las dudas sobre la efectividad, al menos a corto plazo, de la aplicación de la ley de Condonación no alteran los planes de regreso del expresidente fugado. Un día luego de la publicación de la norma en el BOE, y de la providencia del magistrado Pablo Llarena recordando la obligación de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad de proceder a su detención si pisa país franquista, desde Junts se insistió en que Puigdemont tiene previsto asistir al debate de investidura aunque haya aventura de que puede ser arrestado.
En el software Café de Ideas, del circuito catalán de RTVE, se la preguntado al portavoz de Junts, Josep Rius, específicamente por la presencia de Puigdemont a la primera sesión de investidura (como muy tarde el 25 de junio), a lo que ha respondido que «el compromiso de ser presidente y venir, sea cual sea la circunstancia, es firme». .
Por otra parte, Rius ha registrado que «la ley de indulto es muy clara, prevé que deben levantarse las órdenes de detención». Lo ha explicado, sin entrar a señalar plazos y obviando que las mismas siguen vigentes.
Así las cosas, desde Junts se tiene claro que los incidentes que puedan surgir en la aplicación de la indulto no alterarán la pretensión de Puigdemont de regresar a Cataluña para el debate de investidura, que como muy tarde debe celebrarse el 25 de junio. Lo que no está claro es si para ese día el candidato será Salvador Illa, el propio Carles Puigdemont, o nadie de los dos, circunstancia esta última que no impediría que se pusiese en marcha la cuenta detrás de dos meses que conduciría, el 25 de agosto, a convocar nuevas elecciones si en esa plazo no hay nuevo presidente
En la misma dirección se ha pronunciado Gonzalo Boye, abogado de Puigdemont, que pese a considerar que «lo más corriente sería que no lo detuviesen», ha asegurado en Rac1 que siquiera tiene «miedo» de un arresto, recordando el fugado ya pasó por este trance en Alemania e Italia.
Boye, por otra parte, ha anunciado que recurrirán cualquier valentía del Supremo contraria a los intereses del expresidente, al mismo tiempo que instaba a los jueces a no averiguar coartadas para no aplicar la indulto, porque de otros modo «estarían vaciando de contenido una ley».
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La pretensión de Junts es forzar a Illa a presentarse a una primera investidura para la que aún no tiene resguardado el apoyo de ERC, de modo que la segunda oportunidad fuese para Puigdemont. Con el control que otorga a Junts poseer la presidencia del Parlament, en manos de Josep Rull, los planes del partido pasan por dilatar en lo posible los plazos, de modo que la investidura de Puigdemont, que será fallida por la negativa del PSC a apartarse, se aproxime lo mayor posible a la plazo del 25 de agosto para que no haya alternativa posible y por consiguiente la repetición electoral sea forzoso.
Así lo ha registrado incluso la presidenta de Junts, Laura Borràs, que ha invitado al candidato socialista a presentarse primero si «está tan seguro de que tendrá estos apoyos para ir a la investidura».