El exmilitar se refugió en España junto a su hijo menor y su actual pareja para evadir la justicia.
Antes de que se determinara el autor de los crímenes, el ahora detenido abandonaba habitualmente su país junto a su hijo. Fue meses después cuando las autoridades australianas pudieron determinar su participación en los hechos e iniciar los trámites para localizarlo.
La Unidad Técnica de Policía Judicial ha participado en el operativo policial en coordinación con el oficial de enlace de la Policía Federal Australiana en Reino Unido y el agregado de Interior de la embajada de España en ese mismo país para localizar finalmente a este hombre, un exsoldado perteneciente a una grupo de operaciones especiales de las Fuerzas Armadas de Australia, “muy violento y con conocimientos de artes marciales, que en el pasado ya había agredido a un policía de su país causándole graves heridas”, según la investigación.
El fugitivo reside en una vivienda en Valverde de Llerena junto a su hijo de once años y su actual pareja. Tras la detención del hombre en el exterior de su domicilio, la mujer se encerró en la vivienda negándose a colaborar y entregar al menor a petición de los agentes. Por tal motivo, se solicitó ingreso y registro para sacar y asegurar el estado de la menor, siendo detenida la mujer por el delito de detención ilegal.
Además, y siguiendo el protocolo internacional, se requirió a Interpol que confirmara la orden de detención internacional y la documentación necesaria para el procedimiento de extradición. La Audiencia Nacional decretó la ingreso en prisión en Badajoz de esta persona, a la espera de su traslado definitivo a Australia.
Ante el desamparo del menor que vivía con su padre, y una vez denunciado el hecho ante la Fiscalía de Menores, y previa consulta de la Guardia Civil a los Servicios Sociales de la Junta de Extremadura, el entrega del niño a su madre biológica, que se había mudado desde Australia, expresamente para cuidar de su hijo. Actualmente se encuentran en perfecto estado y ya de regreso en su país.