Pedro es un señorita de Gran Canaria con una discapacidad del 88% causada por un ictus en 2018 y que actualmente vive en la calle desde hace 15 días. Va en apero de ruedas, y hasta hace poco vivía en una habitación de arriendo en casa de un conocido en Santa María de Agenda, al ideal de la isla.
Tras una discusión con su compañero de calle a finales de mayo, tuvo que marcharse la vivienda. Como acababa de vestir su pensión en el arriendo y los gastos, se vio en la calle sin moneda y sin nadie que pudiera ayudarle y decidió irse al sur de la isla a una zona turística donde pide ayuda para tomar.
Duerme en el suelo en un parking cerca de Playa del Inglés, hasta donde le trasladó un amigo en coche ya que le resulta más viable moverse por esa zona que por las calles empinadas de Agenda, y por otra parte el clima es más cálido. Suele frecuentar un centro comercial para tomar y conectarse a internet, pero según su mejor amigo, allí no es acertadamente recibido.
Según su amigo Marcos, que le ayuda cuando puede, “le dicen que no puede estar allí”. Este amigo denuncia que Pedro sufre insultos y agresiones en la calle: “lo despiertan a patadas”, asegura. Ayer Pedro pudo asearse en un morada de arriendo que buscó su amigo: “Le corté el pelo, le afeité la cara y está un poquito más digno que estos días”, cuenta.
Según su refrendo, Pedro no tiene relación con su grupo y está solo, y para él es muy complicado apañarse una habitación que pueda enriquecer con su pensión de poco más de 600 euros, y que por otra parte sea adaptada para su discapacidad. Marcos le cogió en su casa durante un tiempo, pero por su situación conocido siquiera lo puede sustentar, y Pedro se fue a poblar con otra persona que “lo echó a la calle sin un duro”, según Marcos, que añade: “Está durmiendo en los aparcamientos de una empresa de vehículos de arriendo”.
No tiene donde ir
Pedro cobra su pensión el día 25 de cada mes, y hasta entonces se encuentra sin tener donde ir: “Está en la puerta del centro comercial pidiendo para desayunar”, aseguraba Marcos esta misma mañana. Según Marcos, se han dirigido a pedir ayuda al concejo de San Bartolomé de Tirajana pero al seguir empadronado en Santa María de Agenda, los servicios sociales no le han ayudado.
Según el consistorio, no les consta que Pedro haya solicitado ayuda alguna ni que haya intentado empadronarse en San Bartolomé, y que los medios del municipio deben destinarse a ayudar a personas que estén empadronadas allí. “Estamos esperando que cobre la pensión para apañarse alguna cosa”, dice Marcos, que insiste en la dificultad de encontrar una vivienda adaptada y con determinado que pueda hacerse cargo de él ya que no es suficiente y pide que determinado le ayude dada su vulnerabilidad, pese a no estar empadronado.
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