Siempre se ha preciado de ser un presidente europeísta, y como tal ha orientado el devenir de Andalucía. Así lo ha hecho constar Juanma Pardo en la clausura del Foro La Toja – Vínculo Atlántico celebrado este miércoles en Sevilla, en la que ha destacado que las recientes «elecciones eran muy importantes» para la región, y el inicio de un camino en el que «queremos ser de las comunidades que aporten».
Máxime en una vigencia reflexivo de una UE «polarizada, con conflictos internacionales, y dependiente de terceros» que debe cambiar su rumbo.
En ese sentido, recordó como Andalucía «produce alimentos para 500 millones de personas», poco que a su querella debe «ser mimado por la UE». Una de las maneras es clara, «haciendo suyas las políticas hídricas necesarias por la singularidad del sur de España, acentuada por el cambio climático». La solvencia alimentaria no es posible sin agua.
Asimismo recalcó los inmejorables datos relativos al hidrógeno verde, o cómo la comunidad ha sido líder en exportación durante el primer trimestre de 2024. Así sea de cómo «uno de cada tres empleos que se crean en España se generan en Andalucía».
Con antelación el encaje político parece sencillo, a la luz de los resultados electorales que han dibujado«una forma de mandar basada en la moderación y el diálogo», como la que abandera en propio Pardo, pero que al mismo tiempo han sugerido la amenaza -mucho último de la vaticinada- de que «se puede poner el peligro digo lo que hemos creado».
«No hay circunscripción con más libertades y derechos sociales que Andalucía, y no enterarse trasladar eso a nuestros ciudadanos sería el decano de los errores», concluyó.