El juez considera que ambos “violaron los principios esenciales de confianza depositada en ellos (…), Incumplir los deberes de lealtad y fidelidad.”, ya que eran empleados de la empresa. Uno de ellos tenía incluso las llaves de la alarma y las llaves del barco. Por ello aplica la agravante de abuso de confianza. La mercancía robada fue adquirida por Gonzalo TV sabiendo su procedencia ilícita y “pagando un precio significativamente inferior al que tenía en el mercado”. Por ello, la misma sentencia le impone otros 15 meses de prisión por un delito de recepción. Gonzalo vendió la tabla a otra persona por 2.000 euros, que utilizó cuatro de los palets. Los otros cuatro aparecieron en una finca.
Fueron sustraídos del interior de un edificio de fabricación y almacén y para distinguirlos de los de otras empresas tenían una insignia roja y no se vendían en el mercado nacional sino en el exterior, por lo que No fue difícil seguirle la pista. entre los almacenes de instalación de la zona.