Lo primero que hice fue sacar a mis nietos



La tarde del pasado martes una abundancia negra invadió el bóveda celeste ourensano. Un incendio arrasó este varias infraviviendas situadas en el morería de O Vinteún, concretamente en un establecimiento situado en la rúa Canella de Abaixo. Los efectivos de emergencia actuaron durante horas para controlar el fuego y afianzar la zona, pero los daños materiales castigaron a las personas que viven asentadas en el ocupación.

Una de ellas, todavía con el susto en el cuerpo, narraba esta mañana de miércoles cómo se vivió el suceso desde adentro: “No sabemos cómo empezó. Estaba adentro, y cuando salí ya estaba todo ardiendo”, comenta una de las personas chabolistas. “Fue todo en un segundo”.

Las primeras reacciones fueron intentando sofocar el fuego, sin éxito: “Ardió como una caja de cerillas, intentamos apagarlo pero ya no dimos”. Todo esto tras poner a excepto a su tribu, recuerda: “Vimos un pequeño fuego y lo primero que hice fue sacar a mis nietos de casa”.

Una tenebrosidad difícil y un futuro incierto

“No nos dejan entrar todavía a mirar ausencia”, comenta la persona afectada. Y es que a lo liberal de la mañana los servicios de bomberos han continuado trabajando en la zona. “Pasamos la tenebrosidad con familiares”, declara, aunque con cierto alivio porque “gracias a Altísimo” sólo hubo que plañir daños materiales.

El desastre pudo ser viejo. Pese a que los chabolistas limpian la maleza regularmente, hay zonas descuidadas correcto a que “antiguamente había más de 40 chabolas”, con lo que eso significa.

La hipótesis del inicio del fuego

Existen varias hipótesis sobre la mesa, aunque la Policía Recinto no ha querido replicar acerca de ello. Un ajuste de cuentas o una combustión descontrolada cobran fuerza en la causa del inicio del incendio, aunque la persona entrevistada asume que lo desconoce: “Hizo mucho calor estos días y cómo hay cristales, la verdad es que no lo sé”:

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