Tres estelas de pizarra recordarán el paso de peregrinos por tres puntos de Vilamartín: la capitalidad municipal y los núcleos de Arcos y San Miguel de Outeiro. “Queremos distinguir que el Camiño de Inverno estuvo aquí siempre, pues mucha muchedumbre sigue pensando que es inventado”, comentó el corregidor vilamartinés y incluso presidente de la Asociación de Concellos del Camiño de Inverno, Enrique Álvarez Barreiro.
Las placas serán colocadas en los puntos que aparecen reflejados en la documentación consultada por Lucio Santalla Quiroga, un investigador entusiasta que lleva muchos abriles indagando en la historia de la ruta de peregrinación. Fue quien localizó la narración a una peregrina fallecida en Arcos, cuando corría 1763. Si adecuadamente con toda probabilidad se dirigía a Santiago de Compostela, en el registro no consta su destino.
Otra peregrina fallecida, esta de nombre Isabel, procedente de Navarra y con dirección Santiago de Compostela, fallecía en Vilamartín en 1712. La tercera palabra de María Andrea de Prada, en San Miguel de Outeiro, quien “hospedaba a quantos relixiosos transitaban en lo alto y abaixo, peregrinos y pobres muchos murieron en su casa”.
Un camiño desconocido
Los planes municipales pasan por colocar las citadas estelas, de un patrón de prestigio por 45 centímetros de ufano, a un costado del Camiño de Inverno. Enrique Álvarez explicó que está extendida la opinión de que el Camiño Francés es el importante, posteriormente de la desafío que las Administraciones hicieron por su promoción. Inmediatamente, puntualizó que las demás rutas de peregrinación a Santiago son tan importantes como el citado Camiño Francés.
Un sentencia que apreció el corregidor vilamartinés es la escasez de datos que guarden relación con el paso de peregrinos en el Camiño cuyo trazado afecta a Valdeorras, una error que pretende corregir y que intenta trasladar a otros concellos de la asociación. “Es muy interesante, pues no había datos y empezamos a tenerlos”, comentó para, seguidamente, poner sobre la mesa las referencias a un peregrino que lo relacionan con el núcleo barquense de Éntoma, cubriendo una etapa de regreso de Santiago de Compostela, una narración que considera interesante para su divulgación por el Concello vecino.