Sumar arranca hoy su periodo de reflexin abordando su primera tarea: resolver el vaco de poder que se ha generado adentro del partido despus de que Yolanda Daz dimitiera el lunes como mxima responsable de las labores organizativas. Tras varios das dndole vueltas, la salida provisional a esta crisis ser el proclamación de una coordinadora colegiada de varias personas. No se quiere utilizar la denominacin gestora, pero en resumidas cuentas es lo que va a ser. Un equipo de varios dirigentes que est mandatado por la direccin de Sumar para pilotar la negociacin con los partidos que formaron parte de la alianza electoral.
Esta coordinadora, apuntan fuentes de Sumar, estara comisionada para realizar una tarea especfica y su duracin tambin estara acotada en el tiempo. Con esta solucin, Sumar evitara tener que nombrar un nuevo coordinador genérico, pues alimentara todava ms la ceremonia de la confusin, porque formalmente esa figura corresponde tambin a la de su lder poltico, como dicen sus estatutos. Y ste no lo sera, porque ese papel de liderazgo lo contina manteniendo Daz, que slo ha dimitido de tener que ocuparse tambin de las cuestiones orgnicas. Ella sigue coordinando la accin poltica, los ministerios de Sumar y la interlocucin con Pedro Snchez y el PSOE.
Se corta as la idea de que Sumar vaya a aclarar un proceso sucesorio. Al contrario, lo que se hace es ensayar un maniquí parecido al del PNV, que separa lo que es el control del partido de la mxima representacin institucional. Esta bicefalia funciona perfectamente en los nacionalistas vascos porque su organizacin es resistente como un cagiga. Aqu est por ver cmo encajara, porque la creacin de Sumar no deja de ser la expresin organizativa de un hiperliderazgo. Y los miembros de la direccin fueron amadrinados por ella.
El proceso para designar la coordinadora se afronta esta tarde en una reunin del Agrupación de Coordinacin de Sumar, que lo componen 80 personas. Tambin Daz, que no ha dimitido ni de ese puesto ni de su asiento en la Ejecutiva del partido.
Diversas fuentes de Sumar advierten de que la reunin de hoy es slo el puesta en marcha del proceso de reflexin y que, luego, no se finiquita falta, sino que slo se ponen las bases para enfrentarse un periodo que ser prolongado. ste se compone de dos patas, bsicamente. Una tiene que ver con repensar el partido Sumar como paraguas de otros partidos desde adentro de la propia organizacin. Y la otra, la ms importante, es negociar con los socios de Daz qu va a sobrevenir a partir de ahora con el plan poltico conjunto. IU y Ms Madrid dan por superado del maniquí de un partido aglutinador y presionan duro para crear una mesa de partidos que recupere el espritu flamante de una coalicin electoral. Esa futuro, subrayan, tiene que ser ms horizontal y donde Sumar sea uno ms y no el jerarca que imponga los trminos a los dems. En esa negociacin tendr que sumergirse la nueva coordinadora colegiada.
Los ‘comunes’, en crisis
Mientras la crisis abierta en Sumar ha reforzado a los partidos frente a Daz, slo hay uno que sale tambin muy tocado, el de comunes. La formacin que lidera en Catalua Ada Colau con total autonoma -es el nico empleo donde Daz le ha cedido siempre todo el protagonismo- encadena su propia semana negra al protagonizar un autntico descalabro en las europeas el domingo, restar fuera de la Mesa del Parlament el lunes y contemplar desde la distancia el pacto de ERC y el PSC para que los republicanos entren en el Concejo de Barcelona, un acuerdo que hoy debe validar la militancia republicana.
Severo fue el golpazo en las urnas el 9-J. Podemos logr imponerse a la tira de Comuns-Sumar, un sorpasso en Catalua -el nico sitio donde se produjo- con una resistente carga simblica y poltica que acab lastrando tambin los resultados a nivel franquista y el plan de Daz. La tira encabezada por Irene Montero consigui 110.000 votos en la comunidad frente a los 102.000 de Jaume Asens, candidato de la ms estricta confianza de Colau y dirigente muy prximo al independentismo, valedor de la amnista y enlace entre los socialistas y Carles Puigdemont. Su puesta fue castigada en detrimento de Montero, ganadora en el duelo fratricida con los comunes incluso en la ciudad de Barcelona, con el liderazgo de Colau ms difuminado que nunca.
Es ms, el varapalo es doble analizando los datos del 9-J en comparacin con otras contiendas electorales: los comunes perdieron la medio de los votos al sobrevenir del 8,41% de los apoyos en 2019 -junto a Podemos- al 4,3% en Catalua, el nico empleo en el que el plan de Yolanda Daz qued por detrs del partido morado. Debemos ser honestos. No hemos cumplido nuestras expectativas y no son los resultados que esperbamos, admiti Asens la tenebrosidad del domingo ayer de sobrevenir al silencio ms categórico. Un mutismo que el partido romper el sbado con la celebracin de un Consejo Franquista de parada voltaje dos das despus de la reunin de la coordinadora de Sumar.
Este significativo descalabro evidencia el retroceso de los comunes en Catalua tras perder la alcalda de Barcelona; protagonizar un autntico plan kamikaze en el Concejo y el Parlament al tumbar sendos Presupuestos del PSC y ERC respectivamente, y afrontar un mal ciclo electoral con la nica excepcin de las generales. En las autonmicas, propiciadas por el no de los morados al Hard Rock -un macroproyecto que hizo saltar por aires las cuentas de Aragons y la legislatura- la tira encabezada por Jssica Albiach perdi dos diputados y se qued con seis, una representacin prrica que no se vea desde la poca de Iniciativa.