Guilarte emplaza a Sánchez a que aclare su plan para el CGPJ porque «la amenaza resulta aterradora»


El presidente del CGPJ recuerda que «no tiene sentido retornar a la época» en la que a los magistrados los nombraba el Servicio de Rectitud

«No es en ningún caso admisible propiciar cualquier zona de influencia del Gobierno»

El presidente del CGPJ, Vicente Guilarte

Nati Villanueva

El presidente del Consejo Genérico del Poder Legislativo, Vicente Guilarte, ha vuelto a expedir al Congreso y al Senado la propuesta de objetivación de nombramientos que ya les hizo montar, sin tomar respuesta alguna, el pasado mes de abril. Preocupado por la doble sentido de las palabras del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ayer, Guilarte recuerda que los nombramientos de los magistrados del Supremo, al igual que los de la cúpula jurídico que son competencia del Consejo, no se pueden sacar del entraña de gobierno de los jueces, pues atentaría directamente contra el artículo 122 de la Constitución.

Tras dar la «bienvenida» al presidente al círculo de quienes verdaderamente piensan que el problema del Consejo radica en la fórmula de referéndum de los altos cargos para que esté regida por los principios de mérito y capacidad (la coetáneo está «viciada de discrecionalidad»), invita a Sánchez a que «disipe» las dudas que generó ayer al avanzar su intención de corregir los nombramientos si el PP no negocia ayer de que acabe el mes. En este sentido recuerda que «no es en ningún caso admisible propiciar cualquier zona de influencia del Gobierno, sea directamente o se enmascare a través de organismo o comisión interpuesta. Siquiera debe olvidarse cuál fue la finalidad del constituyente a la hora de residenciar en el CGPJ las competencias que cuestionamos«, poco que el propio TC dejó claro en su sentencia de 1986. »Las funciones que obligadamente ha de hacerse cargo el Consejo son aquellas que más pueden servir al Gobierno para intentar influir sobre los Tribunales: de un flanco, el posible favorecimiento de algunos jueces por medio de nombramientos y ascensos; de otra parte, las eventuales molestias y perjuicios que podrían sufrir con la inspección y la imposición de sanciones«.

Guilarte recuerda que ayer de la Ley Orgánica del Poder Legislativo los nombramientos se efectuaban por el Servicio de Rectitud. «No tiene sentido alguno retornar a épocas pasadas si perfectamente con distintos protagonistas». Por eso «es imprescindible aclarar este extremo, pues la amenazador alternativa esbozada resultaría aterradora y directamente encaminada a evitar cualquier acuerdo«.

 


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