A Paquita Estarelles se le perdió el rastra en un campo entre las localidades valencianas de Alborache y Turís hace dos semanas, cuando recogía frutas pegado a unos amigos. Catorce días en los que no se ha conseguido encontrar ninguna pista sobre su paradero pese al despliegue de medios y a la insistente búsqueda dirigida por profesionales, que comenzó pocos minutos a posteriori de darse el aviso.
En ella participan igualmente grupos de voluntarios de ocho de la mañana a ocho de la tarde. Parten siempre del mismo emplazamiento: el punto en el que la vieron por última vez el 30 de mayo. La zonas de cultivos, forestales y embarrancadas se han peinado a conciencia sin éxito.
Los familiares de Paquita inciden en el hecho de buscarla en casetas o parcelas privadas, especialmente si los propietarios hace tiempo que no las visitan. Temen, encima, que la mujer subiera a un coche que la pudiera alejar del radio rastreada, por lo que han extendido la pegada de carteles con su foto a otros municipios de la provincia más alejados.
Esta vecina de Sollana, de 79 abriles y con el pelo corto canoso, tiene principio de alzhéimer, lo que aumenta su vulnerabilidad. El día de la desaparición vestía pantalón vaquero garzo, una blusa blanca de manga langa, una visera blanca y deportivas blancas.
Fuentes de la Policía Civil señalan a torrevieja news today que desde este miércoles y hasta el domingo se ha incorporado al activo un perro especializado en la búsqueda de restos cadavéricos procedente de Madrid. Es el protocolo habitual que se aplica atendiendo a las circunstancias de la desaparición. El can adiestrado hará un agradecimiento del demarcación en exploración de cualquier vestigio que lleve a acotar el paradero de la anciana.
En este tipo de casos, las autoridades recuerdan que no es necesario esperar 24 horas para interponer la denuncia. Según los datos del Centro Franquista de Desaparecidos consultados por este informe, solo dos de las 89 desapariciones en personas mayores de 65 abriles registradas en 2023 en la Comunidad Valenciana permanecían activas al obturación del año. En la mayoría de casos (60) se trataba de hombres.
No obstante, el asociación de época con las cifras más elevadas en la región fueron los menores entre 13 y 17 abriles: 148 de las 741 contabilizadas durante el año pasado seguían activas el pasado 31 de diciembre.