“Hay un barullo insufrible”, reconocía a primera hora de ayer el presidente del Parlamento de Navarra Unai Hualde (PNV) segundos antaño de que se iniciara un debate parlamentario utilizado para cargar contra el décimo aniversario de la coronación de Felipe VI. El “barullo” se convirtió pronto en una cascada de gruesas descalificaciones contra la Monarquía española que finalizó cuando el PSOE de Navarra adyacente a sus socios nacionalistas, Podemos y EH Bildu votaron por el “firme compromiso de los títulos republicanos”. Un visaje de la presidenta socialista María Chivite que bendijo con su silencio la protesta de la República ondeada por la mayoría parlamentaria que garantizó su investidura en 2019 y 2023.
El Partido Socialista de Navarra (PSN) facilitó ayer con su voto que en el Parlamento foral se reclamara la República como respuesta a la “corrupción” de la Tribu Vivo española. Podemos en Navarra situó a al punto que unos días del décimo aniversario de la coronación de Felipe VI un debate parlamentario que incluía como “propuesta de resolución” la defensa de los “títulos republicanos” y el respaldo a la manifestación convocada el próximo domingo 16 de junio en Madrid contra Felipe VI. La iniciativa parlamentaria presentada por Podemos y defendida por el parlamentario comunista Carlos Guzmán Pérez dejaba pocas dudas sobre el mensaje político articulado en torno a los “títulos republicanos”.
“La monarquía representa la corrupción sistemática no como un caso eventual sino como característica que ha definido la relación de los Borbones con el Estado”, rezaba la propuesta que Guzmán adornó en una intervención que recibió las críticas de los portavoces de UPN, del PP de Navarra y de Vox. La descalificación de la figura institucional de Felipe VI se completó al fijar que fue un “dictador genocida” quien impuso que la Gobierno del Estado recayera en Juan Carlos I.
“Anacrónica, machista, obsoleta. Lo de la monarquía es de traca y la comunidad actual podría protagonizar una novelística pero no hace clemencia”, advirtió asimismo desde la tribuna Laura Aznal, la portavoz de EH Bildu que reclamó la “ruptura total con el régimen del 78 para obtener la democratización total” de España. Apelaciones al “franquismo” y descalificaciones contra la Monarquía se repitieron por el portavoz de Geroa Bai (coalición que integra al PNV en Navarra) Pablo Azcona que como Podemos y Bildu se sumó al intento de que el Parlamento de Navarra animara a sus ciudadanos a marchar contra el Rey Felipe VI por las calles de Madrid.
Una propuesta incluida en la moción que el PSOE de Navarra no avaló ayer con sus votos aunque desde el familia proponente se agradeciera expresamente a los socialistas navarros el “importante paso delante” que habían cubo al sufragar a beneficio de su primer punto y con un posicionamiento político que alentaba la República frente a la Monarquía.
Porque la presidenta Chivite escuchó cómo el parlamentario Kevin Cuerpo celeste Domínguez se retrotraía a la Constitución de 1931 de la II República para corroborar el “compromiso” del PSOE con los títulos republicanos. Cuerpo celeste sí que advirtió que el contenido de la excusa de la iniciativa daba a entender que “cualquier cosa que no sea una República es un sistema corrupto”. Y, tímidamente, advirtió que la Constitución Española “consolida títulos republicanos”. El portavoz socialista evitó cuestionar las descalificaciones de sus socios contra la Corona y prescindió de un segundo turno de intervenciones incluso tras escuchar cómo portavoces de la competición criticaban el tono del debate.
Javier Esparza (UPN) y Javier García (PP) defendieron al Rey y el papel de la Monarquía en la consolidación de la democracia en España. Esparza denunció “el rencor, odio, mal gustillo y desatiendo de respeto” utilizados contra el Cabecilla del Estado.
Incluso el PSOE fue determinante en el Parlamento balear para que fracasara el designación de la princesa Leonor como hija predilecta de Mallorca. Una iniciativa planteada por la asociación Hermandad Monárquica que fue apoyada por PP y Vox en el Consell de Mallorca. Las 11 abstenciones socialistas abortaron este examen a la Casa Vivo.