Nadia Calviño compareció sonriente junto a Valdis Dombrovskis, vicepresidente de la Comisión Europea, tras la reunión informal del Ecofin en Santiago de Compostela, para calificar de “gran éxito” las dos jornadas de trabajo en la capital gallega, concluidas este sábado, y para celebrar que “ha habido unanimidad” entre los ministros de finanzas europeos sobre la “Necesidad de intensificar” el trabajo reformar las reglas fiscales.
El “calendario ambicioso” y concreto defendido por el vicepresidente primero del Gobierno en funciones, durante un desayuno previo a la reunión más formal, pasa por tenerlo listo antes de final de año, para que pueda entrar en vigor el próximo 1 de enero. Con un Primer hito en el Ecofin de octubredonde aspira a presentar una primera propuesta a los ministros en octubre, y dejarla pulida en noviembre, resolviendo cuestiones técnicas.
Los ministros, ha afirmado Calviño, también han acordado trabajar “de forma constructiva” para alcanzar este “consenso”, con un “gran compromiso” de llegar a tiempo para el 1 de enero, antes del final de la presidencia española. Dombrovskis ha evaluado que esto será un “desafío”pero ha visto a Calviño comprometido, tras explicarle cuál sería la “forma de hacerlo”, lo que le ha llevado a bromear, trazando un paralelo, con que, en lugar del Camino de Santiago, Se podría hablar del “Camino Fiscal”.
Calviño, que ha recordado lo que comentó a primera hora de la mañana, que ya está acordado el 70% del nuevo reglamento, cerrando “prácticamente todas las cuestiones que quedan fuera del núcleo esencial”, necesario para el contexto, también ha reiterado que es hora de pasar a la fase de “negociación política”. Y allí ha visto a “todos” los países miembros “abiertos” a dar ese paso adelante, así como “ayudar” a cumplir el ‘plazo’ de final de año. Fuentes europeas destacaron el clima de unanimidad que se ha sentido sobre la necesidad de ser constructivos y llegar a un compromiso.
Después de sondear a los ministros, identificó dos elementos que serán críticos: lograr un “equilibrio adecuado” entre reducir la deuda sin dejar de abordar las inversiones y ofrecer incentivos para las reformas estructurales; y tener en cuenta las especificidades de los diferentes países, garantizando al mismo tiempo el cumplimiento de normas comunes y creíbles, que garanticen la “igualdad de trato” de los 27. He ahí el quid de la cuestión. Calviño ha destacado que ha habido un debate “muy fructífero”, que permitirá avanzar hasta “poner sobre la mesa un posible acuerdo” en el Ecofin de octubre.
Petición italiana
La prensa italiana ha preguntado al vicepresidente primero sobre la exigencia de la ministra transalpina que los planes nacionales de recuperación y la ayuda a Ucrania se tratan especialmente en el cálculo del déficit, y el hecho de que Alemania no se ha cerrado a esta posibilidad. Pero Calviño ha dicho que “no sería adecuado” que él explicara las posturas del resto.
La reunión informal del Ecofin, ha resumido el vicepresidente primero, envía un “mensaje de confianza”, además de haber “supuesto uno antes y otro despues» en la relación con América Latina y el Caribe. Queda por ver si logra su objetivo de completar la reforma de las reglas fiscales este año, sujeto a plazos muy ajustados.