La discusión por el pasto de las vacas acabó en insultos e intento de atropello en Castro Caldelas



A la casa de campo fue la vencida. Tras suspenderse hasta en cuatro ocasiones, ayer en el Penal 2 de Ourense se juzgó una pelea entre dos vecinos de Sas de Penelas, concello de Castro Caldelas. La disputa comenzó porque las vacas de uno de ellos estaban paciendo en la finca del otro. La discordia acabó, supuestamente, a gritos de “catalán de mierda”, golpes en el coche y un pie atropellado.

En su manifiesto, el hombre acentuado de embestir con el coche a su vecino afirmó que “me dirigí a susurrar con él por un altercado con el yeguada y viendo que cada vez se ponía más agresivo, decidí irme”. En su huida del espacio, el macho denuncia que recibió “varios insultos en catalán y golpes en el coche, primero con los puños y a posteriori con dos piedras”. Luego, fue el mismo quien avisó a la Policía Civil para dar parte de lo sucedido.

Por su parte, el otro implicado relató que el día que sucedieron los hechos ya había recibido amenazas previas del padre de su vecino: “Me dijo que me iba a pegar dos tiros”. En cuanto a los hechos enjuiciados, explicó que se encontraba trabajando en su finca cuando vio durar el coche de su vecino a gran velocidad. “Cuando se bajó comenzó a insultarme. Me llamó catalán de mierda (en remisión a su origen) y me dijo que solo estaba en su tierra para robar”.

Los hechos no terminaron ahí, según su relato. “Cuando terminó con los insultos, se subió de nuevo a su coche y en vez de salir marcha detrás, aceleró y pasó con el coche por encima de mi pie derecho. Todo esto lo hizo riéndose y siendo consciente de lo que hacía”.

Sin lesiones en el pie

En sus conclusiones, la defensa pidió la soberano absolución, ya que a pesar de presentarse al médico tras cobrar el atropello, el hombre no aportó ningún parte de lesiones en el pie y solo presentó rozaduras en los codos y las manos. Encima, solicitó que el implicado se haga cargo de la reparación de la puerta y ventanilla del coche, por valencia de 400 euros.

Por su parte, el culto de la otra parte implicada solicitó que se considere un delito de lesiones leve el atropello en el pie y que se absuelva a su representado de hacerse cargo de las reparaciones a admitir a extremidad en el transporte.

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