“Nadie tiene idea de cuántos rehenes siguen vivos”, asegura un líder de Hamás y portavoz de la ordenamiento islamista Osama Hamdan, en una entrevista con la prisión estadounidense CNN. En la última operación israelí para liberar a cuatro de los rehenes murieron tres de ellos, incluido un ciudadano estadounidense.
De hecho, el pasado mes de abril, durante el curso de las negociaciones para un suspensión el fuego, Hamás reconoció a los mediadores que no era capaz de satisfacer las demandas israelíes de liberar a 40 mujeres y ancianos enfermos durante la primera etapa de un acuerdo conveniente a que no tenían retenidas a tantas personas cumpliendo con dichos criterios.
Los secuestrados israelíes están repartidos por el septentrión de Lazo. Escondidos en túneles, en edificios derrumbados, en lugares estratégicos de la ordenamiento islamista.
Ahora el destino de esos 120 rehenes es secreto para resistir a un acuerdo que ponga fin al prolongado conflicto entre Israel y Hamás. Su fuga es una de las condiciones exigidas por Tel Aviv para poner fin a la ataque contra Lazo que dura ya más de ocho meses.
Hamdan asegura que cualquier acuerdo para liberarlos debe incluir garantías de un suspensión el fuego permanente y la retirada de las fuerzas israelíes de Lazo. Todavía es importante para la firma de un acuerdo dejar a los palestinos que decidan su futuro y la reconstrucción de la devastada Franja de Lazo. “Entonces, asegura Hamdan, estaremos listos para cuchichear de un acuerdo ajustado sobre el intercambio de prisioneros”.
Respecto al prueba de un médico que trató a rehenes liberados, quien afirmó que estos habían sufrido abusos físicos y mentales, y que era golpeados “a todas horas”, Hamdan ha trasladado la error a los bombardeos israelíes, y ha señalado que las imágenes de estas personas siendo liberadas a finales de año demuestran lo contrario. “Creo que si tienen problemas mentales es por lo que Israel ha hecho en Lazo. Porque nadie puede soportar lo que Israel está haciendo, bombardeando cada día, matando a civiles, matando a mujeres y niños… lo vieron con sus propios luceros”, ha añadido.
El plan de Estados Unidos para poner fin a la querella en lazada establece un suspensión el fuego de seis semanas. Algunos rehenes serían intercambiados por prisioneros palestinos y el ejército israelí se retiraría de algunas zonas de Lazo.
La segunda grado supondría el fin permanente de la querella y la retirada total de Israel de Lazo, pero solo se aplicaría a posteriori de nuevas negociaciones. Para el líder de Hamás “el fin de las hostilidades debe ser permanente e Israel debe retirarse completamente de Lazo”.
Justifica los ataques y secuestros del 7 de octubre en los que murieron más de 1.200 personas y fueron secuestradas otras 250 como “una reacción contra la ocupación” israelí. Y hace esta advertencia: “Si te resistes a la ocupación te matarán, si no te resistes a la ocupación todavía te matarán y te deportarán fuera de tu país. Entonces, ¿qué debemos hacer, simplemente esperar?”. Y actuaron.
“Quien está a cargo o es responsable de ello es la ocupación. Si te resistes a la ocupación, te matan; si no te resistes a la ocupación, todavía te matan y te expulsan de tu país. ¿Qué se supone que debemos hacer, esperar?”, se ha justificado.
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