El presidente del PPC, Alejandro Fernández, se muestra contrario a negociar con el nacionalismo y se distancia, aún más, de Gnova 13
La polémica sobre la voluntad del PP de sentarse a la mesa con Junts para abordar la investidura de Alberto Nez Feijocomenzó apenas una semana después de las elecciones del 23-Jregresa como un boomerang menos de dos semanas después de que el candidato popular Se somete al escrutinio del Congreso y amenaza la convivencia interna de un partido dividido en Cataluña.
El líder de los conservadores en el Ayuntamiento de Barcelona, Daniel Sirera, se convirtió ayer en el primer dirigente en reconocer abiertamente haber participado en alguno de esos contactos. Aunque el presidente del PP en la región, Alejandro Fernándezse opone al diálogo con JxCat, Sirera investiga al menos a tres miembros de la formación de Carlos Puigdemont (dos concejales de Barcelona y un exdiputado) sobre sus exigencias en relación a la constitución de la Mesa de la Cámara Baja, ocurrida hace un mes, y a una investidura cuya sesión está prevista para los próximos 26 y 27 de septiembre.
La confesión de Sirera -que limitó los contactos a conversaciones informales en diversos eventos públicos- se produjo pocas horas después de que Fernández expresara por enésima vez su rechazo a cualquier tipo de negociación con el Gobierno. posconvergente y demostraría que no está dispuesto a doblegarse pese a ser cuestionado por la dirigencia nacional. En una conferencia impartida el jueves, con la que buscó establecer un perfil, se declaró un hombre libre y sin tutela y advirtió sobre posibles vacilaciones o ambigüedades respecto al independentismo.
Por tercera vez desde las elecciones, Fernández niega cualquier posibilidad de entablar negociaciones con Junts. Ya a finales de julio, después de que el vicesecretario de coordinación autonómica del PP, Pedro RollónSólo se cerraron las puertas para hablar con Bildu, el líder catalán respondió que con un prófugo de la Justicia (por Puigdemont) no hay nada que negociar y que si Pedro Sánchez Lo hace porque carece de escrúpulos y de límites.
Hace poco más de dos semanas, el presidente del popular Los catalanes volvieron a llamar la atención sobre la cumbre nacional tras un nuevo acercamiento verbal a JxCat y cuestionaron si había algo de qué hablar con un partido al que definían como su rival y cuya tesis esencial es que España es una dictadura dirigida por un Rey. fascista.
¿REUNIÓN GONZÉLEZ PONS-TURULL?
El nuevo pulso de Fernández llega justo después de las recientes palabras de Feijó en las que reconoció que miembros de su partido han escuchado algunas de las propuestas de Junts. En Génova negaron ayer cualquier contacto con el independentismo. Nadie ha hablado formalmente con Junts, subrayaron fuentes de la dirección del PP para, entre otros rumores, descartar que el vicesecretario general del partido, Esteban González Ponsse reunió con el secretario general de JxCat, Jordi Turull, a mediados de agosto. El posconvergentePor su parte, no quisieron hacer ningún comentario sobre ese supuesto.
El popular Aseveran que no ha habido ningún interlocutor con la formación de Puigdemont antes de la constitución de la Mesa y que, tras ese paso, el único responsable de las conversaciones fue Cuca Gamarra. El PP intenta, de esta manera, disipar cualquier insinuación de ese tipo sobre la relevancia de las próximas dos semanas, primero con el gran acto del día 24 que los conservadores preparan en Madrid contra una posible amnistía a los acusados de proceso y, 48 horas después, con la sesión de investidura a la que se someterá Feijó, condenado al fracaso.
La guerra del PP en Cataluña, sin embargo, continuará en los próximos meses, al menos hasta la celebración de un congreso que aún no tiene fecha. Con sus manifestaciones, Fernández muestra su voluntad de seguir al frente del partido pese al obstáculo que supone la oposición de Feijó y su equipo, entre los que figura el alcalde de Castelldefels, manu reyescomo su estilete principal, dado que el eurodiputado Dolores Montserrat muestra preferencias por permanecer en Bruselas.
Patrocinado por las antiguas familias de los conservadores catalanes, como los hermanos jorge y Alberto Fernández DíazReyes, que actualmente ocupa el cargo de líder provincial en Barcelona, tiene entre sus credenciales el gran apoyo ciudadano que ha logrado reunir en su pueblo al ganar las últimas cuatro elecciones. El pasado mes de junio recuperó el testigo de Castelldefels tras dos legislaturas en las que los pactos pluripartidistas entre socialistas, común y los independentistas abandonaron el popular en la oposición. Por otro lado, no goza del mismo apoyo entre la militancia del PP catalán, mayoritariamente partidaria de la continuidad de Fernández.