Archivan la muerte de Déborah Fernández al no encontrar pruebas contra su expareja


Veintidós abriles luego de que el muerto de la viguesa Déborah Fernández apareciese en una cuneta, la magistrada del audiencia de instrucción número 2 de Tui (Pontevedra) acordó el sobreseimiento y archivo provisional del procedimiento. No encuentra, asegura el coche entregado a conocer este viernes, indicios suficientes contra el único investigado en la causa, el exnovio de la fallecida y única persona señalada por el crimen en dos décadas, Pablo P.S.L. Justificando su osadía, en el coche notificado a las partes la jueza expone que el maletas probatorio recabado contra el investigado «no es suficiente para hacer una imputación verosímil de un hecho delictivo concreto», a los enseres de incoar el procedimiento frente a el Tribunal del Junta, y concluye que «no constan indicios plurales y contundentes» para dicha imputación.

Según expone en su resolución el audiencia, «ni los testimonios recabados, ni la maña de la actualización del cuerpo de la víctima, ni la inspección de un arcón congelador propiedad en su día del investigado», arrojaron «ningún resultado positivo para la investigación», como siquiera lo hizo el disección del móvil utilizado por la víctima que fue antagónico en dependencias policiales —apareció casualmente con motivo de unas obras en una comisaría madrileña, 16 abriles luego de deber sido entregado por la grupo y sin polímero SIM—.

El disección de ADN incluso confirmó que los restos de semen hallados en la vagina de la chica, así como en un pañuelo y un preservativo depositados al banda de su cuerpo, y un pelo que fue recogido en el sedición del muerto, no se corresponden con la muestra recogida a Pablo P.P.S.L. Los resultados no sorprenden a la luz de que la hipótesis defendida por la recriminación deje de que Déborah apareció en una espectáculo planificada para despistar a los investigadores. Con el cuerpo lavado y cubierto estratégicamente por unas hojas, la grupo tiene claro que cualquiera introdujo el semen para desviar la atención. Pero para la jueza, «no bastan meras afirmaciones de sospecha», por lo que no muestras dudas al sostener que «ningún indicio hay de que el investigado y la víctima se vieran esa tinieblas, ni del motivo de la homicidio, ni aparece vestigio alguno del investigado en el cuerpo de la víctima o en el motivo donde este se encuentra».

En contra de la argumento defendida por la grupo, que sostiene que hay versiones contradictorias sobre lo que el exnovio hizo la tarde-noche de la desaparición de la adolescente, la magistrada resalta que el investigado «explicó qué hizo esa tinieblas y no se ha acabado evidenciar que fuera fariseo», y añade que «sus contradicciones y rectificaciones afectan a aspectos accesorios de su prueba, pero no permiten afirmar, ni tan siquiera indiciariamente, que él estuvo con la víctima la tinieblas de la desaparición y que encima la mató, dejando su cuerpo en una cuneta». Con una investigación «negligente» por la que han pasado más de medio centenar de agentes, tres fiscales y hasta siete jueces, la recriminación siempre ha reprochado el «tiempo perdido» en las pesquisas por la homicidio. Su presión logró que el cuerpo fuese exhumado en 2021, momento en el que se hallaron restos de ADN bajo las uñas que habían pasado desapercibidos en la necroscopía original. La grupo insiste en que no tirarán la toalla.

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