«No creo que sea ninguna opción, sinceramente; el funcionamiento de las tasas casi castiga al turismo que más interesa, el turismo que se aloja, que es el que se puede controlar». Alfonso Rueda fue este viernes muy claro, durante un desayuno informativo que compartió en Madrid con el presidente asturiano, Adrián Barboso, al batallar sobre la idoneidad de medidas como las tasas turísticas. Que, como él mismo recordó, demanda el Concello de Santiago. Con la última palabra, explicó igualmente al concurrencia matritense, en poder de la Xunta.
«Estos discursos de afirmar que hay que poner una tasa lanzan un mensaje en dirección a fuera de que tenemos un problema de demasiada concurrencia que viene, de masificación, que no nos interesa en inmutable», advirtió. Y subrayó: «Estamos muy remotamente (…) de afirmar que ya no puede venir más concurrencia». La frase se refería a Galicia, pero no solo es extensiva a Santiago. Es que es en la hacienda donde cobra más significación. Las alusiones de Rueda al Camino, como cabía esperar, fueron constantes en el contexto de un acto que versaba sobre turismo, organizado por el Liga Hotusa que capitanea el gallego Amancio López Seijas.
«Seamos serios y rigurosos. Y, sobre todo, no nos peguemos tiros en el pie», razonó el titular de la Xunta, que no hizo yerro que mencionara a la alcaldesa de Compostela, la nacionalista Goretti Sanmartín, para que se entendiera que se refería a ella cuando criticó una logística basada en «afirmar de repente que hay que principiar a cobrar tasas turísticas, porque si no, esto no hay quien lo pare».
Informes
Cuando Rueda y Sanmartín se vieron el pasado mes de octubre, el mandatario no cerró la puerta a una tasa turística, pero siquiera la abrió de par en par. Al contrario, puso una serie de condiciones. Como que hubiera consenso con el sector, y que fuera Raxoi quien se encargase de recibir el obligación. Todavía ponía deberes a la alcaldesa en forma de estudio riguroso que justificara la activación de la tasa, que habría de «estar muy argumentada»; con datos objetivos sobre tasa media de ocupación durante todo el año, afluencia turística, repercusiones en el día a día de los residentes, etc. Una documentación que hace casi nada diez días, lamentado por el propio Rueda, seguía brillando por su abandono.
En la campaña electoral de las autonómicas, en febrero, el en ese momento candidado a la Presidencia de la Xunta reiteraba: consenso con el sector turístico y que sea en este en el que «todo lo que se recaude repercuta directamente». Ese día, en un desayuno en Santiago, apelaba una vez más a «tener vanguardia». Y ya remarcaba que «no» veía «muy acordado cobrar a concurrencia que viene a un hotel«, y que la tasa que propone la regidora del BNG »no tenga repercusión« cuando hay »desembarco de autobuses«, con turistas que »llegan a las 10 y se van a las cuatro« de la tarde.
Hace cuatro meses ya apelaba a «no mandar un mensaje de saturación», y este viernes volvió varias veces sobre esta idea, al murmurar una «turismofobia» que, pese a diagnosticar que se da en la Comunidad, por ahora, «muy marginalmente», no deja de inquietarle. «En Galicia», relató, «ya alguno empieza a decirlo: ‘Ya viene demasiada concurrencia, aquí no queremos más’». «Traslada una imagen que no es positivo, que estamos saturados; somos todo lo contrario», defendió, incluyendo en esta premisa a todo el ártico peninsular.
«Ojo con los discursos de turismofobia, me preocupan muchísimo y me parecen muy irresponsables», insistió quien se sigue reservando para sí las competencias del ramo. Esos mensajes son «peligrosos», ahondó, y llega un momento en que «no tiene remedio» y se vuelve en contra, a modo de «búmeran». El «problema» no es la afluencia de visitantes, en gran medida atraídos por el Camino, sino las «masificaciones» producto de «aluviones». «Esas cosas probablemente haya que regularlas», resolvió. Pero su opción no es una tasa.
Goretti asegura
Desde el gobierno recinto replicaron que «candela la atención» que Rueda «aparentemente se candado» a la tasa, cuando entienden que tanto en octubre como en febrero se mostró «franco a estudiar» esta opción. Que su «postura» era «benévolo». Tasa que, abundaron, «numerosos alcaldes correligionarios están demandando par sus Ayuntamientos en Andalucía»; y que opera, por ejemplo, en Oporto.
Sobre el estudio que Rueda pidió a Sanmartín, desde Raxoi se aseguró que se va a «trasladar en próximas semanas». «Un trabajo detallado que deseamos que no caiga en un cajón«, abundaron por parte del ejecutor compostelano. Quejosa de que no le vaya a tomar en su ronda municipal ya en marcha, el gobierno santiagués hará alcanzar su propuesta, pero demandan entender si, al menos, será estudiada.
Por otra parte, reivindicaron que la tasa con la que este viernes no se mostró conforme Rueda «tiene el aval de la mayoría social», aunque sin veterano concreción al respecto.