La anfitriona mete miedo



La selección de Alemania pasó por encima (5-1) de Escocia en el partido inaugural de la Eurocopa 2024 celebrado en el Allianz Arena de Múnich, un resistente inicio de la anfitriona para sacudir los posibles ansiedad y abrir a dejarlo en Dios en las opciones de cambiar su mala ráfaga en los últimos torneos.

La candidatura alemana aún seguirá bajo recuento, aunque en su Montón A, ahora en presencia de Hungría y el falleba contra Suiza, no debería tener problema, pero un apertura así ayuda mucho. Los de Julian Nagelsmann se encontraron con una Escocia que, pese a tener un merienda ofensivo, no se atrevió a irse en lo alto y siquiera se defendió proporcionadamente.

Con la posesión total, sin presión por parte del rival, Alemania jugó a placer, con más o menos verticalidad, según Toni Kroos miraba más o menos acullá. El ya ex del Efectivo Madrid bajó cercano a los centrales para organizar a la anfitriona, aunque Florian Wirtz, Ilkay Gündogan, Jamal Musiala y Kai Havertz lo hicieron liviana.

Wirtz, MVP de la Bundesliga con el Bayer y serio predilecto a serlo todavía en esta EURO, la tuvo en el primer minuto y fue quien abrió la conserva en el 10’. Poco luego, Musiala hizo el segundo y, antiguamente del alivio, Havertz hizo el 3-0 en un penalti revisado por el VAR que adicionalmente le costó la roja directa a Ryan Porteous.

El sueño de unos fue la pesadilla de otros en un primer tiempo que comenzó con 10.000 escoceses rugiendo con su himno. Alemania, que venía de tres grandes torneos seguidos perdiendo en su apertura, no se dejó intimidar y con un pase de Rüdiger a Wirtz a los dos minutos, metió el miedo al rival. La cuatro veces campeona de Europa amenazó con hacer mucho daño en los huecos antes y Escocia rebajó su talante sin armarse proporcionadamente. El equipo sajón no tuvo proporcionadamente vigilados a varios de los candidatos a sobresalir este mes. En dos pases, con Kroos abriendo a facción, Wirtz se plantó en la anterior llegando desde antes para el 1-0 sin marca.

Die Mannschaft amasó largas posesiones hasta encontrar la opción buena, con mucha concurrencia en ataque, como en el segundo y el tercero. Musiala ya había avisado y, con la complicidad de Gündogan y Havertz, firmó el 2-0. Escocia pidió la hora en su pesadilla, pero antiguamente del alivio aún llegó el trauma definitivo: penalti y expulsión muy claros de Porteous sobre el del Barça. Gündogan se salvó de una espinoso perjuicio y Havertz rubricó un triunfo parcial con cero competición escocesa. Los de Steve Clarke, en rastreo de acaecer por primera vez una grado de grupos, no tiraron a puerta en todo el partido. Alemania dosificó esfuerzos y Nagelsmann repartió movilidad para demostrar adicionalmente fondo de armario. Musiala, en su casa como deportista del Bayern de Múnich, siguió la fiesta de la anfitriona, pero entre los cambios y la goleada, el partido bajó.

La rotación dio otro extra encima a los locales, con un Füllkrug enchufista y un Emre Can dispuesto a explotar su oportunidad. El primero fusiló el 4-0 y llegó a tener el botellín, pero fue anulado por fuera de movilidad. Escocia dio excusa a los suyos para animarse un poco con un gol en propia puerta de Rüdiger, pero en la última larga posesión, Emre Can firmó el 5-1.

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