La enseñanza de Enfermería en Ourense cumple 50 años ante la incógnita de su futuro



En 1974, hace medio siglo, se graduó la primera promoción de enfermeras en la ciudad. Hoy en día, la Escuela Universitaria de Dispensario es uno de los centros más valorados de la Universidade de Vigo y, más en concreto, del Campus de Ourense. Sin requisa, sobre su futuro hay nubarrones, en aspecto del proceso de integración que está llevando a punta la Universidad con las escuelas que tiene todavía en Vigo y Pontevedra.

Está prevista la creación de una Aptitud de Dispensario que aúne las doctrina de los centros adscritos de la UVigo. En Ourense, por ejemplo, la escuela es del Sergas, a pesar de que el título lo entrega la institución académica. Los informes de la Axencia para a Calidade do Sistema Universitario de Galicia (ACSUG), la entidad que fiscaliza la calidad de la enseñanza universitaria en la comunidad autónoma, pusieron en cuestión este maniquí. No es un asunto último, puesto que esta agencia es la que decide sobre la continuidad o no de las titulaciones académicas que se imparten en Galicia.

De este modo, la UVigo comenzó a trabajar en responsabilizarse los estudios de Dispensario. En principio, se prevé la creación de una colegio compartida entre Vigo, Pontevedra y Ourense, pero algunas voces alertan de la posibilidad de que los estudios acaben centralizados en Pontevedra. En este sentido, sale a flote uno de los pasos, la normalización de los títulos, que incluye la renovación del extremo de Dispensario y el moldeo de un nuevo máster.

Uno de los temores es que la formación quede tutelada por otras disciplinas, lo que supondría “retornar antes” en el tiempo

Desde la Escuela de Dispensario de la ciudad alertan de una opacidad en el proceso que intranquiliza a la comunidad universitaria. “No sabemos cómo va a ser. No tenemos ni idea, y es lo que más preocupa, el no asimilar”, lamenta María Milagros Fernández, directora del centro.

Recientemente, el rector, Manuel Reigosa, convocó a los estudiantes a una asamblea informativa en el Edificio Politécnico. La intención era explicar a los alumnos el estado en el que se encuentra la renovación de las titulaciones, y en ella trató de transmitir un mensaje de tranquilidad.

“A nosotros no nos dio ninguna explicación. Nadie nos convocó. La comunicación de la asamblea salió en la prensa y estaba convocado el alumnado, carencia más”, dice Fernández. La indicación del rectorado siquiera caló entre los estudiantes: los representantes del alumnado advirtieron de que no iban a comparecer -no fue ni un estudiante- y censuraron cómo se está llevando a punta el proceso.

Temor a una tutela

En la tramitación de estas modificaciones de calado se incluye como centro de relato la Aptitud de Fisioterapia de Pontevedra, un aspecto sobre el que han alertado miembros de la comunidad universitaria y todavía de la propia Escuela de Dispensario de Ourense. Desde el rectorado insisten en que esta adscrición es provisional, a desembolso de que se cree la nueva Aptitud de Dispensario. Una colegio que, aseguró el rector en varias ocasiones, estará equilibrada con tres sedes “en pé de igualdade”: Vigo, Pontevedra y Ourense.

Otro de los temores que brotaron en la Escuela de Dispensario con motivo de la normalización de los estudios es la posibilidad de que queden tutelados por otras especialidades. Este es un aspecto particularmente sensible. Hace cincuenta primaveras, cuando echaron a acercarse los estudios de Dispensario, la enseñanza en esta disciplina estaba orientada a formar ayudantes de médicos. Solo tras primaveras de lucha, la Dispensario consiguió emanciparse como carrera propia.

Medio siglo luego de la primera promoción, la enseñanza de la primera promoción de la botiquín en la provincia afronta una celada

“Yo soy ya de la diplomatura y a mí solo me formaron médicos. La botiquín la aprendí yo solita luego”, relata la directora. “No queremos retornar antes. Ahí están los temores. La desidia de información es lo peor que puede ocurrir para cualquier cosa”, reitera María Milagros Fernández.

Al mismo tiempo, no se comprende la exigencia de equilibrar los centros en una única colegio en vez de crear un centro propio en Ourense. “Hay otras titulaciones que están duplicadas y triplicadas en las distintas universidades, y no pasa carencia. No sé por qué la Dispensario va a ser la más fea, como siempre”, manifiesta Fernández.

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