Ourense recuperará en una década sus conexiones internacionales en tren



Hay dos infraestructuras que serán piezas claves en el mapa ferroviario de la próxima década. El primero, muy ambicioso en términos de desarrollo e inversiones, es el gran corredor atlántico de alta velocidad que el gobierno portugués ha previsto discurrir paralelo a las líneas Norte (Lisboa-Oporto) y Miño (Oporto-Valença) y permitir viajar entre Oporto y Lisboa en una hora y veinte minutos en 2030 y cuarenta y cinco minutos después estando en la frontera con España por Valença. Si dentro de ese plazo el gobierno español acomete la salida Sur de la estación de Vigo y continúa hasta la frontera portuguesa hasta el eje A Coruña-Vigo, la comunicación entre ambas ciudades es el final de ese gran corredor de ancho ibérico por la fachada atlántica, Coruña y Lisboa quedarían conectadas por tren en poco más de tres horas.

ocho kilómetros

La segunda infraestructura clave es una modesta obra de treinta millones de euros que se realizará en el municipio de Olmedo. Un ramal de ocho kilómetros que permitirá la salida de trenes de la estación de Ourense en la línea de alta velocidad conectar directamente con el corredor Norte hacia el País Vasco a través de ValladolidEl proyecto, que ya había sido planificado a principios de este siglo, llevaba casi dos décadas abandonado en un cajón, lo que obligaría a los trenes gallegos a llegar a la estación de Segovia y allí invertir su marcha para adentrarse en el corredor Norte. .

Con ella elLa salida más rápida a Francia desde la Eurorregión Galicia-Norte de Portugal e incluso desde Lisboa será por Ourense y no por Extremadura. El gobierno portugués ha reiterado su interés en recuperar las conexiones internacionales con España pero también con Francia. En este último caso, la pandemia acabó con el último de los grandes trenes internacionales, el Sud Express, servido entonces por un trenhotel que compartía parte de su itinerario con el Lusitania Lisboa-Madrid entre Lisboa y Medina del Campo. El viaje de Lisboa a Hendaya fue de más de 13 horas, mientras que por Ourense, cuando ambas infraestructuras estén terminadas, como también lo estará la Y Vasca, un tren tipo Alvia podrá hacer el recorrido en poco más de siete horas y media y llegar a París, sin transbordos, en el tiempo que tarda actualmente el Alvia de Ourense a Barcelona.

Ambas infraestructuras no sólo facilitarán una salida más rápida de los trenes portugueses. También mejorará su rentabilidad en términos de ocupación porque circulará por una línea con más demanda potencial de pasajeros, al conectar las dos grandes áreas urbanas portuguesas, Lisboa y Oporto, que cuentan con más de 4,5 millones de habitantes. Y no sólo beneficiará a los usuarios portugueses porque recuperará la conexiones internacionales desde Ourense, con Oporto, Lisboa y París.

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