El expresidente de la Generalitat y presente candidato de Junts Carles Puigdemont ha tachado de un «escándalo en todos los sentidos» que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se broa ahora a la «financiación singular» que ERC quiere para Cataluña, siguiendo el maniquí del País Vasco, como moneda de cambio para investir a Salvador Illa como presidente de la Generalitat.
La reacción de Puigdemont a los intentos de director del Ejecutor por seducir a ERC –y obtener así su apoyo a Illa y evitar una repetición electoral– ha venido acompañada de una amenaza: «El presidente Sánchez debería contestar a varias preguntas si pretende contar con los apoyos que le han permitido dirigir el Gobierno a pesar de su derrota en las urnas».
El líder de Junts ha reiterado así sus advertencias, constantes desde la vencimiento electoral del PSC en las pasadas elecciones catalanas, de estrechar a Sánchez en Madrid si no se acatan las demandas de los nacionalistas catalanes, y ha escrito de forma explícita a los presupuestos, ya para 2025: «Los próximos Presupuestos Generales del Estado deben susurrar muy claro si quieren contar con nuestro apoyo».
En una publicación en su cuenta de X (antiguamente Twitter), Puigdemont ha tildado de «chantaje» las cesiones de Sánchez a ERC y ha explicado que «Cataluña necesita un concierto financiero propio no como concesión para que gobiernen unos u otros, sino porque lo ha reclamado el pueblo de Cataluña a través de su Parlament y lo ha ratificado en diferentes elecciones».
«¿Cree (Sánchez) que la financiación que los catalanes merecemos depende de si el candidato de su partido es investido presidente? ¿Toda la injusticia que sufrimos, todo el boleto que se va, toda la yerro de ejecución presupuestaria que tenemos hasta ahora se debe a que su partido no preside la Generalitat? ¿Cómo explica, si no, el bajísimo nivel de ejecución de los presupuestos generales del Estado en Cataluña?», se ha preguntado el expresidente en sus redes sociales.
Puigdemont se refiere así a las declaraciones del presidente del Gobierno, en una entrevista en ‘La Vanguardia’, en la que asume que una financiación singular para Cataluña, como exige ERC para investir a Illa, es «factible». «Nosotros hemos firmado eso en el acuerdo de mi investidura con Esquerra. Por consiguiente, es compatible mejorar el sistema de financiación autonómica desde el plano multilateral y al mismo tiempo articular una financiación singular para un distrito tan importante como Cataluña», señaló el domingo.
Ahora, el ‘expresident’ fugado de la Conciencia española, que ya había adeudado al Gobierno suprimir el «compromiso fiscal» de la Generalitat –que cifran en unos 20.000 millones de euros anuales– a cambio de su ‘sí’ a los presupuestos, ha reprochado a Sánchez que «sólo» se atienda sus demandas «no porque sea acordado», sino porque «el partido que ahora mismo gobierna España necesita hacerse con el gobierno en Cataluña al precio que sea».
«Aventurar con el bienestar y el futuro de los catalanes como moneda de cambio de beneficios para el partido me parece inmoral», ha criticado Puigdemont, al tiempo que ha ducho de que no sólo debe contemplarse una financiación singular, sino que «debe mirarse con lupa» el extremo de ejecución presupuestaria «porque normalmente lo que te dan por un flanco -nuevo maniquí de financiación- te lo quitan por otro -no ejecución de las inversiones presupuestadas-». Y ha decidido un postrero mensaje: «Ya avisamos de cuáles eran las condiciones».