“Normalmente se basan en datos del exploración provisional del Ocupación (a travs de Indra), dndolos por vlidos y sin sumar nadie. Esto es delito!”. Es el alegato que pronunci el pasado viernes una votante de Se Acab La Fiesta (SALF) que habón acudido a un audiencia a presenciar el recuento definitivo de las elecciones. Esa informacin no la habón escuchado en los medios, ni la conoca por su formacin jurdica; ni siquiera porque se la hubiera comentado el tpico vecino que dice estar “muy metido en poltica”. Ese discurso lo habón ledo en un montón de la red social Telegram y, confiando ciegamente en quien se lo envi, lo hizo suyo en la ms absoluta literalidad. Y, ah, la esencia del fenmeno Alvise: un montón de seguidores -ms de 800.000 segn revelaron las urnas- para los que este agitador antisistema es su persona de mxima confianza: poltico preferido, periodista de remisión e influencer idolatrado. Todo en uno.
Luis Alvise Prez, lder de la agrupacin de electores Se Acab La Fiesta, lleva aos haciendo acción directa en redes para crear una comunidad en la que sus seguidores se retroalimenten entre s. El resultado es poco similar a una cmara de resonancia en la que, bombardeados por sus mensajes, sus miembros solo encuentran las mismas ideas una y otra vez. Y las acaban haciendo suyas. Con su discurso contrario a la “partitocracia” y los medios tradicionales, Alvise ha acabado que sus seguidores pongan en duda todo lo que forma parte del sistema -lo que viene de fuera de su crculo- y, en cambio, confen en todo lo que les llega de internamente.
“Las subvenciones estn para enriquecer escoltas y tcnicos, no para ponerte paguitas extras como hacen todos los partidos de este pas”, denunciaba Alvise la semana pasada en uno de sus mensajes. Esta crtica a la “partitocracia criminal” es el gracia que ms seguidores le brinda, y su promesa de sortear el sueldo de eurodiputado es desde hace una semana lo primero de lo que alardean sus seguidores -quiz bajo la esperanza de que les toque un pellizco-. “Le voto porque se mete con todos los corruptos y asegura que va a donar lo que gane”, repeta un votante esta semana, en un calco a las palabras de su candidato. Pero Alvise no solo ha situado a sus votantes en contra del sistema de partidos tradicional: tambin lo ha hecho con la monarqua -se cuestion “para qu sirve el Rey” a raz de que Felipe VI sancionara la Ley de Amnista-, con la Comité Electoral Central -denunci “desviaciones de voto” en el recuento de actas y “fraude en el voto por correo”- y, sobre todo, con los medios.
“Aviso reglamentario: este canal de Telegram es un medio de comunicacin y una plataforma periodstica”. Es el mensaje que da la bienvenida a todo el que se suma a la comunidad de Alvise en esta red social y que pone de manifiesto su voluntad de suplantar a los medios tradicionales para ser la remisión informativa de sus seguidores. Esto lo hace, asegura, frente a la “censura” meditica que denunciaba en vsperas de las elecciones europeas, ahora convertida en “persecucin”.
De esta forma, el lder de Se Acab La Fiesta justifica tener que ejercitar tambin como periodista “de verdad” y difunde cada da, como si de un informativo se tratara, las informaciones que considera ms destacadas -muchas de ellas sin contrastar-. “El Gobierno ordena la tolerancia de inspecciones fiscales a todos los miembros de SALF” y “el Congreso de los Diputados suspende los micrfonos de su sala de prensa para permitir solo preguntas pactadas con los partidos polticos” son dos de los titulares que public la pasada semana, y que recibieron cientos de comentarios de su comunidad -todos en su defensa-.
Para terminar de monopolizar el discurso que llega a sus seguidores y cerrar el crculo, Alvise recurre a sus afines.Youtubers y tuiteros prximos a la extrema derecha se convierten as en el principal amigo para dar eco a sus teoras, pues contribuyen a difundir sus informaciones y acusaciones y proporcionan al lder de SALF comunicacin directa con su comunidad, en muchos casos seguidora de estos influencers. Vito Quiles es quiz el ejemplo ms paradigmtico de esto: otro propagandista de redes sociales que, aun figurando en las listas del partido al Parlamento Europeo, ejerce como periodista en el Congreso y es la remisión informativa a la que Alvise deriva a sus seguidores. Quiles difunde datos favorables a Se Acab La Fiesta y refuerza su discurso mientras, a cambio, su lder le “defiende” por ser una “vctima” ms de la “oleada de mentiras” de los medios.
Con esto, “frente a el hostigamiento legal, poltico y meditico” que denuncia, Alvise Prez ha ofrecido a sus seguidores una alternativa legal, poltica y meditica “de verdad”: l mismo. Y, as, ha conseguido que, para ellos, todo quede internamente de ese montón de Telegram en el que su discurso es siempre recibido con centenares de aplausos, “oles”, “vamos” y “a por ellos”.