Todo a punto para poner a prueba los sistemas de defensa aérea de España. Las Fuerzas Armadas han movilizado todas sus capacidades para el deporte ‘Eagle Eye’, en el que durante cinco días los Ejércitos de Tierra, del Garbo y del Espacio y la Armada unirán esfuerzos para comprobar su capacidad de protección del espacio delicado.
Hasta el próximo viernes en el noroeste de la península, el Mando de Operaciones dirigirá todo un compendio de capacidades que tiene el objetivo de «mejorar la eficiencia en el progreso de las operaciones de presencia, vigilancia y disuasión».
Por parte del Ejército del Garbo y del Espacio participarán seis Eurofighter del Ala 11 de Morón, en Sevilla. Su comisión será la denominada QRA (Quick Reaction Alert), la misma que los cazas españoles desarrollan en comisión auténtico en el Báltico frente a la frontera de Rusia. En el ‘Eagle Eye’ los aviones españoles asimismo realizarán servicios de alerta temprana, siendo capaces de estar en el música en menos de 15 minutos desde la detección de una traza no identificada.
Para aceptar a parte estas acciones, aproximadamente 45 militares de esta dispositivo, entre tripulaciones y personal de mantenimiento y apoyo, desplegarán en el Aeropuerto Marcial de Santiago. A su vez, el Congregación Central de Mando y Control (GRUCEMAC), enclavado en la Colchoneta Aérea de Torrejón, será el encargado de profesar la vigilancia del espacio delicado.
En el caso del Ejército de Tierra, la Mecanismo de Defensa Antiaérea (UDAA) ‘Hércules’ desplegará en los términos municipales de Noya, Puerto del Son y Mazaricos y proporcionará defensa antiaérea con el Mando de Artillería Antiaérea (MAAA) y liderada por el Congregación de Artillería Antiaérea (GAAA) I/74 de San Roque (Cádiz).
En una demostración de fuerza, el Ejército de Tierra desplegará los sistemas antiaéreos Hawk, Patriot y Mistral, cañones 35/90, la Mecanismo de Transmisiones del MAAA y una dispositivo de protección de la fuerza (FP) del BIMT I/67 LEGAZPI, lo que implicará una billete de unas 300 personas provenientes de distintas unidades localizadas en diferentes puntos de la cosmografía española.
El objetivo de la UDAA es el despliegue de sus unidades en los asentamientos designados con la finalidad de poder complementar la vigilancia del espacio delicado a través de sus sensores y proteger la zona con sus sistemas de armas terrestres delante cualquier amenaza aérea, todo ello integrado en el Sistema de Defensa Aérea.
Por parte de la Armada, la fragata F-101 Álvaro de Bazán trabajará en aguas del mar Cantábrico y océano Atlántico, con el cometido de integrarse en el sistema de defensa aérea, aportando capacidades de vigilancia y defensa antiaérea y complementar la cobertura de los Escuadrones de Vigilancia Aérea y de la UDAA desplegada.