Un nuevo estudio señala que habitar cerca de áreas verdes tiene mercadería beneficiosos en la sanidad cardiovascular de las personas mayores. Los resultados, publicados en la revista Environmental International, muestran una correlación inversa entre la densidad residencial a espacios verdes y los niveles circulantes de diferentes biomarcadores vinculados al aventura cardiovascular, así como con una reducción moderada en el aventura de padecer eventos cardiovasculares a medio plazo.
El trabajo, liderado por Esther García-Esquinas, investigadora del ámbito de Epidemiología y Salubridad Pública del Ciber (CiberESP) y del Centro Franquista de Epidemiología del Instituto de Salubridad Carlos III, ha contado con la colaboración de expertos de la Universidad Autónoma de Madrid, la Universidad de Alcalá de Henares, la Escuela de Salubridad Pública de Boston en Estados Unidos y el Centro de Investigación Urbana de la Universidad RMIT de Melbourne en Australia.
Este estudio intentó aclarar la relación entre los espacios verdes y la sanidad cardiovascular basándose en datos de 2.200 personas mayores de 65 primaveras, sin historial previo de enfermedad cardiovascular y residentes en zonas densamente pobladas de la Comunidad de Madrid.
El personal investigador midió la exposición a espacios verdes utilizando el Índice de Cubierta vegetal de Diferencia Normalizada (NDVI) a diferentes distancias de los hogares de los participantes. Adicionalmente, evaluaron la exposición al tráfico, el entorno del vecindario, la facilidad para caminar del vecindario y los medios socioeconómicos según su censo.
El trabajo identifica varios factores mediadores en estas asociaciones. Entre ellos, se incluyen una pequeño exposición al tráfico y una maduro facilidad para caminar en áreas urbanas con entrada densidad de espacios verdes, contiguo con mejoras en la capacidad pragmático y una reducción en la prevalencia de factores de aventura biológico para enfermedades cardiovasculares. Algunos de los beneficios de los espacios verdes son especialmente notables en personas con bajos ingresos y en mujeres.
“Este estudio resalta la importancia del paso a áreas verdes en entornos urbanos para la sanidad cardiovascular de los adultos mayores, ofreciendo beneficios más allá del simple disfrute de un entorno natural” tal como señala la doctora García-Esquinas.
El trabajo además ha contado con la colaboración de expertos de la Universidad de Alcalá de Henares, la Escuela de Salubridad Pública de Boston en Estados Unidos y el Centro de Investigación Urbana de la Universidad RMIT de Melbourne en Australia.