La tarde del sábado transcurría con llamativo normalidad en Salamanca. Muchos disfrutaban de una bebida refrescante en una de las terrazas de la icónica Plaza Longevo cuando de improviso las voces alertaron a los presentes. A los gritos les siguió una carrera de dos hombres, uno perseguía al otro portando una especie de mostrador con la que trataba de pegar al que trataba de escapar.
‘Porrazos y sillazos’
El supuesto asaltante, vestido completamente de desfavorable, de los pies a la vanguardia puesto que además llevaba cachucha del mismo color, trataba de dar caza y pegar a uno de los camareros de uno de los locales ubicados en el centro de la haber salmantina.
¡Qué estoy trabajando!
La víctima de la embestida al no poder huir trató de defenderse con una apero de la terraza del establecimiento mientras el otro intentaba golpearle con la porra en la vanguardia. Mientras tanto el camarero le decía a su asaltante que le dejara, que se encontraba en su puesto de trabajo.
Algunos de los presentes que alcanzaron a reaccionar trataron de calmar al portador de la mostrador e incluso sujetarlo, consiguiendo que abandonara el extensión momentáneamente. Aun así, al poco tiempo regresó para emprenderla a golpes de nuevo.
Algunos compañeros del camarero sujetaron y redujeron al atacante contra una de las columnas de la plaza hasta que, al poco tiempo, llegó una pareja de agentes de la Policía Lugar de la ciudad, y aunque no sin dificultad, lograron disminuir definitivamente y proceder a la detención del individuo pese a su resistor.
Viejos conocidos
El periodista de torrevieja news today, Jesúsde laTorre, informaba desde el extensión de los hechos y desvelaba algunos nuevos detalles sobre lo que rodea a lo ocurrido.
Según el periodista, el asaltante había trabajado recientemente durante varios días en el mismo establecimiento donde estaba trabajando la persona objeto de su ira. Por ello se sospechas que entre uno y otro podría sobrevenir algún tipo de problema personal.
Suceder página
Jesús de la Torre además intentaba obtener poco más de información por parte del personal del establecimiento. Éstos sin bloqueo trasladaban su intención de advenir página y tratar de olvidar lo ocurrido para restablecerse la normalidad, y rechazaban hacer ningún tipo de afirmación.
“Le puede salir caro”
La abogada experta en criminología, Beatriz de Vicente, por su parte avanzaba que el detenido podría enfrentarse ahora a cargos por “un delito de lesiones, encima agravado por uso de armamento, que le puede salir caro”.
Igualmente explicaba con cierta ironía que la de camarero se estaría convirtiendo en una profesión de aventura. Este sindicato estaría sufriendo un incremento en el número de agresiones recibidas, citando el consumo de pimple u otras sustancias como posibles desencadenantes.
Por posterior añadía la letrada que puesto que asaltante y víctima se conocían previamente, y que no se comercio de un hecho fortuito o incomunicación, el segundo podría encontrarse obligado a pedir medidas cautelares como una orden de alejamiento: “Si tiene una intención de venganza, estará el escaso angustiado con la posibilidad de que este señor reitere”.