En los últimos tiempos hay personas que parecen no valorar demasiado su privacidad, o precisamente por que la valoran mucho han convertido en un auténtico negocio muy productivo el hecho de compartir los detalles más íntimos de sus vidas.
La periodista y colaboradora de Espejo Conocido, Yema López desvelaba la mañana de este martes unos cuantos detalles sobre las cantidades que se embolsarían varias mujeres de lo más popular en las redes sociales gracias a sus embarazos.
Uno de los caso más recientes era el de la monopolio vendida por parte de Anabel Pantoja a una conocida revista, para anunciar que se encuentra esperando a su primer hijo o hija. En las últimas imágenes publicadas por ella misma, ya lucía orgullosa una pequeña barriguita.
Elevada exposición pública
Esa disposición a compartir prácticamente todo parece no tener límites, legando a un altísimo nivel de exposición. Desde el momento en que se lo comunica a su pareja, o la primera ecografía juntos retransmitida en directo desde el hospital, hasta cualquier fotografía de la progreso del tamaño de la tripa, o las cada vez más comunes fiestas de revelación de carácter.
Otro caso sería el de la multitudinaria grupo de Verdelis, de la que la hermana se encarga de compartir casi el día a día, y que incluso compartía el parto de la beocio de sus hijas desde su casa. Más casos serían el de María Pombo, Laura Escanes, y así hasta completar una larga relación.
Las cantidades
Ya en episodios anteriores de Espejo Conocido, un perito analizaba la rentabilidad de la creación de este tipo de contenidos en redes sociales. Más debajo, nuevos detalles de las ganancias reportadas
Problemas de seguridad
La despreocupación, o el afán de ostentación o despabilarse un parada beneficio crematístico a la privacidad de la vida de los famosos, hace que sacrifiquen cierta seguridad. En ocasiones, compartir tanto facilitaría a los malintencionados muchos detalles de sus rutinas, que podrían ser ser de ayuda a que se cometan robos o asaltos a algunos de ellos, como ya ha sucedido.
¿Dónde está el remate?
El perito en marca personal, José Noblejas, visitaba de nuevo el plató del software y afirmaba que “El remate está en la pantalla de la calculadora”, refiriéndose a que la cantidad sería el hacedor diferencial a la hora de establecer una partidura roja.
En un resúmen sutilmente detallado, Noblejas explicaba que las marcas pagarían a la hermana por una y cada una de las publicaciones en que utilizaran alguno de sus productos: El test de gravidez, la clínica de la ecografía, marcas de provisiones, bebida o ropa, y negocios especializados por ejemplo en las fiestas que rodean a los bebés como la revelación de su sexo, ‘babyshower’, etc.
La conclusión es que como minúsculo, y dependiendo de la popularidad de la persona en cuestión, se podrían adquirir más o menos de 32.000 euros, de ahí para en lo alto y si contar con la cesión de alguna nueva y/o reportaje en monopolio.