La Diócesis de Bravo, a través de la Delegación de Ocupación Samaritana, ha expresado su «preocupación por las reacciones de desconfianza y rechazo» en presencia de la tolerancia el próximo sábado del Centro de Atención a Personas Migrantes en el ‘Chalé del Pozo’ del municipio leonés de Villaquilambre . «Instamos a exceder recelos y a aceptar a los migrantes con tolerancia y comprensión» , señala el obispado de Luis Encanto de las Heras a través de un comunicado horas luego de que vecinos de la pueblo volviesen a manifestarse contra la venida de 180 inmigrantes.
En este sentido, el texto recoge que «la convivencia con personas emigradas es una oportunidad para el beneficio mutuo». «Las personas migrantes no son un problema, sino portadoras de talentos y experiencias culturales valiosas», añade.
Por ello, continúa, «alentamos a no considerar al migrante como una amenaza, sino declarar su dignidad como persona; superando los prejuicios que el desconocimiento, el miedo y la desinformación puedan provocar en nosotros».
En el comunicado asimismo se hace un llamada «a todos los cristianos de nuestra diócesis a escuchar nuevamente el mensaje de Dios, que nos claridad a ser agentes de hospitalidad, promotores de la civilización del cuidado y constructores de puentes entre aquellos que son diferentes. Igualmente, animamos a todos a trabajar por una civilización de la conciencia a nivel integral, donde nadie se vea forzado a expatriarse de su tierra».
De esta forma, desde la Diócesis de Bravo se invita «a todos los agentes pastorales a destacar la contribución positiva de las personas emigradas al perfectamente popular de la sociedad, evitando actitudes racistas y aporofóbicas y fomentando la civilización del armonía fraterno y la ayuda que dignifica».
Por zaguero, se recuerda que el prelado de Bravo en su carta quincenal titulada «Iglesia en Bravo es hospitalidad», pide retornar «la observación a las raíces cristianas, evangélicas y evangelizadoras de la hospitalidad, porque la Iglesia que peregrina en la diócesis de Bravo quiere ser hospitalidad […] Seamos hospitalidad para acoger, proteger, promover e integrar al emigrante y al refugiado. Son los cuatro verbos que el papa Francisco propuso en 2018 como respuesta popular a los desafíos de las migraciones contemporáneas».