Los Mossos señalan con “absoluta certeza” al acusado por la violación de Igualada


Una inspectora, un angla y dos agentes de los Mossos d’Esquadra especializados en investigaciones de delitos sexuales verbalizaron este martes su rotundo convencimiento de que Brian Raimundo Céspedes, el hombre que se sentaba a pocos metros de donde declararon en la Audiencia de Barcelona, violó salvajemente e intentó asesinar a una último en noviembre del 2021 en Igualada.

Durante la segunda marcha del sumario que se celebra en la sección décima de la Audiencia de Barcelona empezaron a determinar los investigadores de la dispositivo central de agresiones sexuales (UCAS). Un reunión recién creado que en ese momento se enfrentó a una de las investigaciones que les marcarían para siempre. Para muchos de los integrantes de la UCAS, el caso de Igualada es y será un combate en el que trabajaron apasionadamente durante cinco meses hasta que lograron poner nombre al sospechoso.

En los interrogatorios, los investigadores mostraron una certeza y una convicción que no dejó ganancia de duda. Desde la inspectora Kira Estrada hasta el angla Juan Carlos Nievas, pasando por dos de las agentes que visionaron y analizaron imágenes de 155 cámaras de seguridad, todos manifestaron al tribunal su “certeza” de que solo el procesado y nadie más violó y trató de asesinar a la último.


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Primero la inspectora dibujó a pincel gorda una investigación en la que no se contaba con la testimonio de la víctima, pero sí con imágenes de poca calidad en las que tan pronto como se apreciaban detalles del atacante.

Un trabajo en el que se volcaron y durante el que fueron entrando y saliendo sospechosos a los que se descartó cuando se tuvo la certeza de su no billete en el ataque. Una investigación que analizó todos los incidentes sucedidos en la zona ese día y que dio con las providenciales imágenes grabadas por un comandante de Iberia que registró con su teléfono a un reunión de 11 gamberros que se le encararon cuando les recriminó que saltaran sobre su coche. Imágenes que acompañaron la denuncia del hombre en comisaría y que los Mossos de la UCAS visionaron sin perder de tino al verde más rezagado que se cubría con la capucha, pero que llevaba prendas con los mismos colores que el sospechoso al que buscaban sin aliento.

Tardaron días en poner nombre a ese sospechoso, y a partir de ese instante, ya no le perdieron de tino. Pero como describió la inspectora, aún tardaron días en detenerle. Ayer, completaron un mensaje fotográfico en el que aparecían absolutamente todas las personas y los vehículos que en la franja horaria en la que se produjo la violación pasaron por esa zona. Y nadie de ellos accedió al callejón en el que la último fue asaltada.

“Como investigador que participó activamente en este caso, le aseguro que no hay más posibilidad que la del procesado como autor de los hechos”. Así de determinante se mostró el angla Nievas a preguntas de una de las acusaciones.

Un investigador que en su momento acompañó a la último, cuando ella se vio capacitada, hasta el polígono para realizar una reconstrucción de los hechos. El relato del policía puso la piel de polla. Contó como la víctima se mostró especialmente colaboradora y que se esforzó para tratar de rememorar pasajes que su memoria, de momento, ha eliminado. En el división en el que fue localizada por un camionero, ella se detuvo y aseguró advertir “muchísimo frío”, y recordó, en el punto en el que las imágenes muestran al sospechoso iniciar a pasar tras ella, haberse girado porque presentía poco malo.


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