La deducción ‘hado’ de Isabel Díaz Ayuso, que rebajará el IRPF para los contribuyentes con inversiones realizadas desde el extranjero, recibe este miércoles el vistobueno del consejo de Gobierno, y pasará, en forma de esquema de ley, a la Asamblea madrileña. Una vez aceptado, entrará en vigor de forma inmediata, con existencias desde el 1 de enero de este año.
A esta nueva deducción fiscal podrán acogerse los declarantes que aporten fondos en obligaciones, bonos, saber del fisco o que compren acciones de sociedades, entre otras. Eso sí, tienen que cumplir dos condiciones: por un flanco, no pueden poseer vivido en España durante los últimos cinco ejercicios. Y deberán sostener la residencia y los capitales en España durante un minúsculo de seis primaveras.
El objetivo de esta nueva reducción fiscal es originar empleo y riqueza en la región, gracias a este incentivo en el IRPF que será aplicable a todas las operaciones que se hayan hecho a partir del 1 de enero de este año, ya que su aprobación tendrá carácter retroactivo.
La reducción es del 20 por ciento de la aporte realizada en obligaciones, bonos, saber del fisco, acciones de sociedades cotizadas y no cotizadas o aportaciones en sociedades limitadas, entre otras. Para tener derecho a ella, el declarante deberá presentar su afirmación en la región. Por otra parte, y entre otras limitaciones, no se puede cambiar en entidades domiciliadas en paraísos fiscales. El beneficiario siquiera puede cultivar funciones ejecutivas ni de dirección o sostener una relación gremial con la entidad en la que haga sus aportaciones.