Durante el segundo día de razón en la Audiencia de Barcelona por la violación a una beocio la tinieblas del 1 de noviembre de 2021, los agentes implicados en la investigación toman la palabra. El certificación de los Mossos d’Esquadra impacta por su crudeza, relatan cómo encontraron a la novicio la tinieblas de los hechos: “Tenía un importante porrazo en la persona y que podía ser víctima de golpe sexual“.
Otro de los agentes hace relato a ese primer momento, cuando llegaron al espacio de la golpe tras la llamamiento del camionero que encontró a la víctima en estado moribundo: “había dos charcos de matanza, uno en la zona de la persona y otro en la zona púbica“. Rastros de la enorme golpe a la que fue sometida y que corresponden a la violación y al porrazo en la persona que le propinó el asaltante.
Los Mossos volvieron con la víctima al espacio de los hechos
En cuanto a la hilera de investigación que siguieron, explican que “partían de cero” ya que, pese a su colaboración, la víctima sufría graves secuelas y no era capaz de rememorar con exactitud lo ocurrido. “No había ninguna otra persona ni ningún transporte que hiciera ese mismo itinerario, que entrara en ese callejón y saliera de allí”, señala la investigadora de la Pelotón Central de Agresiones Sexuales (UCAS) de los Mossos d’Esquadra.
Hace relato a la cámaras de seguridad del polígono de Igualada donde ocurrió todo. Las imágenes de dichas cámaras fueron imprescindibles en la investigación, se analizaron 155 que concluyeron con el itinerario de la novicio desde su salida de la discoteca hasta que fue alcanzada por el asaltante: “Una persona detrás de ella corre para alcanzar el punto donde está ella para alcanzarla”.
El ADN y la geolocalización, pruebas esencia en la investigación
La geolocalización de sus móviles igualmente ha servido para concretar la investigación y ubicar a uno y otro ya que “se encontraban en el mismo repetidor”, como explicaba en sala la inspectora del caso. El ADN enfrentado en el domicilio del imputado unido con la ropa que coincide con las imágenes de las cámaras de seguridad suponen pruebas que para el abogado de la víctima “prueban la culpabilidad sobre la autoría de ese monstruo que espero tenga la veterano pena”.
El principal imputado, presente durante estos dos días de razón, se enfrenta a los 45 abriles de prisión que pide para él la Fiscalía por los delitos de crimen en naturaleza de tentativa y golpe sexual.
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