¿Por qué Felipe VI fue proclamado Rey de España y Carlos III fue coronado? Estas son las diferencias


Este miércoles se cumplen diez primaveras desde que Don Felipe VI fue proclamado Rey en el Congreso de los Diputados. En ese momento manifestó a todos los españoles sus «convicciones, sentimientos y voluntad», un compromiso que mantiene «con la misma solidez e ilusión» que el primer día, como reafirmó en el noveno aniversario de aquel hito.

Hace un año Don Felipe comentaba, inmediato a la Reina Letizia, que para él se trataba de «una época muy emotiva» y con «gran significado». Asimismo hizo afectación en que desempeña sus responsabilidades monárquicas con el «sentido del deber y respeto institucional». En su discurso dijo asimismo que ha ejercido sus compromisos con honradez alrededor de los ciudadanos y a los títulos y principios de la Constitución Española.

Entre tanto ha pasado poco más de un año desde que, en otra de las grandes monarquías europeas, se celebró en el Reino Unido la coronación de Carlos III. Ese día el Rey fue investido por el miltrado de Canterbury, Justin Welby, delante más de 2.000 asistentes en la Abadiato de Westminster para luego trasladarse al Palacio de Buckingham inmediato a la Reina Camila y, seguidamente, ser saludados por los militares al clamor de «God save the King».

Ambas monarquías realizan los actos de guisa distinta. España proclama, mientras que la Casa Verdadero británica corona. ¿Cuál es la diferencia? La explicación se encuentra en el artículo 61 de la Constitución española, que no palabra de la utilización de una corona, sino que recoge: «El Rey, al ser proclamado delante las Cortes Generales, prestará dicterio de desempeñar fielmente sus funciones, atesorar y hacer atesorar la Constitución y las leyes y respetar los derechos de los ciudadanos y de las Comunidades Autónomas».

Es opinar, en España, a diferencia de Gran Bretaña, las coronas no se consideran un símbolo físico para legalizar al Rey o Reina y se dejaron a espaldas como una tradición medieval. Sin retención, existe una corona tumular datada de 1775 que es decorativa y un cetro de 1667 que pertenecen a las Colecciones Reales de Patrimonio Franquista, que desde el siglo XVIII han sido utilizados en actos monárquios como en las proclamaciones de los Reyes Juan Carlos I y Felipe VI. Solo que en dichas ceremonias estos objetos son exhibidos sobre un cojín.

Una ceremonia con menos pompa

A la proclamación de Felipe VI siquiera acudieron mandatarios extrajeros ni miembros de otras casas reales, como sí sucedió en la coronación de Carlos III. Siquiera fue una ceremonia coloso como la de Reino Unido. Fue solemne, pero con menos pompa.

La coronación de Carlos III tuvo un presupuesto de 110 millones de libras (115 millones de euros), mientras que la proclamación de Felipe VI costó 132.000 euros. El Rey de España lució el uniforme de vestimenta del Ejército de Tierra, no hubo capas ni atuendos exhuberantes, como en el caso del Monarca inglés, quien asimismo lució la corona de San Eduardo, el cetro y el orbe.

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