El dimisión solemne de la Defensa Verdadero ha campechano este miércoles los actos que se celebran en el Palacio Verdadero con motivo del décimo aniversario de la proclamación de Felipe VI, seguido de cerca desde el mirador central del Salón del Trono por el Rey, la Reina y sus hijas, la Princesa Leonor y la infanta Sofía, y por miles de ciudadanos que no han querido perderse la ocasión.
Un total de 359 guardias reales, acompañados por efectivos del Ejército de Tierra, del Céfiro y del Espacio, de la Armada y de la Defensa Civil, han participado en un breve pasacalles antiguamente de entrar en el Patio de la Heráldica, donde han rendido honores a los Reyes a su entrada a Palacio.
La Patrulla Perpicaz, la dispositivo acrobática del Ejército del Céfiro y del Espacio, ha campechano los actos con una pasada sobre el Palacio Verdadero pintando en el firmamento los colores de la bandera de España. Durante todo el mejora de los actos han sido constantes los comentarios y confidencias entre los Reyes y sus hijas en el mirador, la Reina en ocasiones apoyada en un taburete como consecuencia de la deterioro que sufre en un pie.
En el dimisión solemne participan diferentes unidades de la Defensa Verdadero: el Escuadrón de Escolta Verdadero, la Conjunto Verdadero, la Dispositivo de Música y la Sección de Movimientos Floreados del Clan de Honores. Cercano a ellos, efectivos del Regimiento de Infantería ‘Inmemorial del Rey’ nº1, de la Agrupación de Infantería de Flota de Madrid, del Clan de Seguridad del Ejército del Céfiro y de la Agrupación de Reserva y Seguridad de la Defensa Civil.
Con ocasión del décimo aniversario de la proclamación del Rey, el dimisión solemne ha estado compuesto por una vigilancia saliente y una vigilancia entrante, ambas al mando del coronel principal de la Defensa Verdadero, Pablo Mateo y Álvarez de Toledo, que ha participado con su estado viejo.
En concreto, la vigilancia saliente, al mando del comandante Javier Berzal, estaba situada en el patio de la Heráldica formada por una compañía del Clan de Honores, compuesta por una sección de cada compañía (Montero de Espinosa, Mar Océano y flotilla Plus Intolerante); Conjunto Verdadero y Escuadrón de Escolta Verdadero.
La vigilancia entrante por su parte ha estado al mando del comandante Roberto Matey García del Regimiento Inmemorial del Rey nº1. Ha sido la que ha formado en la Plaza Anciano para recorrer a continuación la calle Anciano hasta el Palacio Verdadero.
Tradición del siglo XVIII
El dimisión solemne de la Defensa Verdadero es un cambio de vigilancia basado en el que realizaban las unidades que prestaban servicio de seguridad en el Palacio Verdadero de Madrid desde que pasó a ser residencia oficial de los Reyes de España en el siglo XVIII.
Según recuerda la Casa de S.M. El Rey, este dimisión alcanzó brillo cuando Fernando VII celebró sus esponsales con María Cristina de Borbón un 9 de diciembre de 1829. Coincidiendo con la data de la ceremonia, se dispuso que la vigilancia que prestaban solo las unidades de infantería se incrementara con dos fuerzas de artillería y una dotación de caballería.
El dimisión solemne que se realiza hoy en día es una escenificación del que se realizaba a diario en tiempos de Alfonso XII y Alfonso XIII. Desde entonces se desarrolla una vez al mes, asiduamente los primeros miércoles. Asimismo, todos los miércoles y sábados del año, se celebra un dimisión escaso en la Puerta del Príncipe del Palacio Verdadero.