Las fiestas de un buen número de pueblos no se entenderían sin las peñas, grupos de amigos que durante estos días festivos suelen compartir una vestimenta específica -colorida, por cierto-, un lugar donde reunirse para comer, cenar, charlar y compartir tiempo. ocio,… Todo ello como algo cotidiano y natural, que en muchas localidades Es parte de la idiosincrasia del lugar y también de la tradición festiva.nada académico ni solemne, sino todo lo contrario.
Sin embargo, un grupo de antropólogos de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) está realizando un estudio sobre las peñas festivas en Castilla y León para lo cual urge su colaboración porque precisamente por el espíritu libre de los clubes no existen registros oficiales de los mismos, por lo que están utilizando las redes sociales y grupos de WhatsApp y Facebook para difundir un cuestionario de preguntas que invitan a responder a los socios de los clubes de esta comunidad autónoma con el fin de conocer detalles sobre ellos que, de otro modo, no podrían conocer y en el que basarán parte del estudio que está elaborando el equipo de Etnografía y Patrimonio Inmaterial de la UNED, de en el que figura Honorio Velasco, catedrático emérito de Antropología de la UNED, y también los antropólogos Roberto Fernández Suárez y Paz Gómez Fernández, informa Ical.
«Las peñas son entidades sociales, grupos de personas que se unen para crear y disfrutar de un tiempo festivo y lo que estamos haciendo es analizarlas a través de un estudio que surge por iniciativa de Mahou, que reconoce el valor de las peñas y pretende hacer es visible. “, también porque contribuyen a revitalizar pueblos que en muchos casos están en decadencia en Castilla y León”, explica este último, natural del municipio abulense de Candeleda.
«En muchas ciudades, sin clubes no habría fiestas porque son ayuntamientos muy pequeños que no tienen capacidad, presupuesto ni gente para organizar fiestas y ese papel lo asumen las peñas”, añade, mientras como antropóloga deja claro que “la fiesta es fundamental en todo ser humano”. comunidades.”
Si algo caracteriza a los clubes es que se han ido adaptando, no sólo a cada contexto social sino también al momento de vida de sus integrantes, razón por la cual el equipo de antropólogos ya está trabajando con algunos de ellos que comenzaron “hace 40 o 50 años”, cuando “sus integrantes eran jóvenes” y su única aspiración era disfrutar de la fiesta, y con el paso de los años se convirtieron en “grupos familiares” al casarse y tener descendencia, incluso dando el “relevo generacional”, pasando el testigo de la “peña de padres a hijos”. , de modo que estos últimos han ido fundando sus propios clubes o ampliando el original.
Forma
Para conocer en profundidad las peñas festivas de Castilla y León, el equipo de Etnografía y Patrimonio Inmaterial de la UNED necesita una pregunta que difundir y responder. breve cuestionario sobre cada uno de ellos en el que, por ejemplo, se pregunta en qué año nació el club, cómo y dónde surgió, cuáles son sus símbolos de representación, emblemas o canciones… El cuestionario, que se responde en cinco minutos, se puede completar a través de Internet.
Quién sabe si, una vez finalizado el estudio, se propondrá declarar peñas festivas Bien de Interés Cultural a nivel regional, porque ese es el objetivo último que se han propuesto: que el informe al menos avale la presentación de la candidatura, en función de su aportación como puente de tradiciones y punto de encuentro entre generaciones. Para evaluar todo ello, los expertos deben primero conocer el alcance y magnitud de las peñas, cuantificar la realidad de miles de colectivos repartidos por la geografía de Castilla y León, que reflejan una infinidad de singularidades, pero responden a un concepto y unos valores. común.