Salud admite dificultades en Atención Primaria en Córdoba para el verano al no poder contratar a los MIR


No sólo los médicos y los sindicatos temen un «verano duro» en la atención primaria de Córdoba. Además la propia Empresa sanitaria. La delegada de Salubridad de la Corporación de Andalucía, María Jesús Botella, lo ha admitido este miércoles a preguntas de torrevieja news today: «Somos conscientes de lo que puede suceder».

El problema, resaltó, es que los médicos que iniciaron su formación MIR en 2020 lo tuvieron que hacer más tarde por infracción del confinamiento de la pandemia. En el año 2024 no acabarían en julio, como todos los abriles, sino en septiembre.

En otras ocasiones, el Servicio Andaluz de Salubridad (SAS) ofrecía a los que habían terminado su formación como médicos de comunidad un convenio para emprender a trabajar haciendo sustituciones de verano, lo que reforzaba la plantilla en ese tiempo y a ellos les proporcionaba experiencia y trabajo.

Este año no es posible porque no culminarán su formación hasta septiembre, apuntó María Jesús Botella, que recordó que la Corporación de Andalucía ha pedido al Gobierno central autorización para contratarlos aunque falten algunos meses de formación.

Si persiste en la desliz de respuesta o es negativa, el verano, admitió, puede traer problemas para atención primaria, aunque confió «en la capacidad de los gerentes» para organizar el trabajo de forma que se puedan «minimizar los posesiones» en los pacientes.

Es su respuesta a una situación en la que los sindicatos temen problemas en los centros de salubridad más grandes de la renta, como los de Oriente y la Fuensanta, adicionalmente del Castilla del Pino, y en algunos puntos de la provincia, por la desliz de exención para los profesionales.

La situación viene dada, adicionalmente, según la delegada de Salubridad, por la «desliz de facultativos», que afecta a muchos centros sanitarios y a bastantes especialidades. Es poco en lo que coincide con los sindicatos sanitarios, aunque allí la explicación es que las condiciones que ofrece el Servicio Andaluz de Salubridad son peores que en otras comunidades autónomas.

«Puede poseer algunas que estén mejor y otras que estén peor», admitió María Jesús Botella, pero las condiciones son mejores que lo que sucedía cuando el PP llegó al poder. «Entonces sólo el 30 por ciento de la plantilla estaba estabilizada y ahora es el 60», afirmó.

El suscripción por horas extraordinarias estaba muy por debajo del flagrante y de la media española, y se subió, y siquiera se convocaban tantos concursos de traslados como ahora, así que se mostró confiada en encontrar más médicos para hacer frente a la situación.

Plantillas

De plantillas habló todavía al recapacitar que el Consejo de Gobierno de la Corporación de Andalucía acaba de aprobar una modificación de crédito para más contrataciones, que supondrá en Córdoba incorporar a 42 médicos, 135 profesionales sanitarios de otras categorías y 12 especializados en el manejo de equipos electromédicos.

A ello todavía achacó la situación del hospital de Puente Genil tras la manifestación que se celebró el pasado fin de semana, y en la que se acusaba al SAS de estar «desmantelando» el centro taza.

Comenzó asegurando que se había reunido con la plataforma que la impulsaba, y que se había constituido en febrero de 2022, pero no había percibido en ellos más voluntad que la de hacer una especie de competición política al Gobierno de la Corporación de Andalucía.

Ofreció datos de actividad quirúrgica y de consultas en el centro taza de Puente Genil. La primera bajó de 492 operaciones entre enero y mayo de 2023 a 361 en el mismo período de 2024, pero de nuevo lo achacó a la desliz de profesionales, en especialidades como Anestesiología, Urología o Dermatología.

Salubridad invertirá casi 600.000 mejores en la restablecimiento de los equipos eléctricos para el hospital Reina Sofía

En otros casos, como en Cardiología o Tocología, sí que han subido oportuno precisamente a que no hay problemas y que el hospital de Puente Genil tiene a los profesionales necesarios para cubrir esos puestos. «Pido serenidad, porque la salubridad pública no puede ser objeto de controversia», afirmó María Jesús Botella.

La delegada de Salubridad anunció adicionalmente una importante inversión para el hospital Reina Sofía, y es la ampliación del cuadro de desestimación tensión eléctrica y de los equipos de estabilización, que tiene que suponer una importante restablecimiento en el acumulación de energía del centro taza.

El convenio acaba de salir a puja pública por una signo que se acerca a los 600.000 euros y, según María Jesús Botella, tiene que servir para que el hospital pueda utilizar los equipos electromédicos de última reproducción que ha adquirido en los últimos abriles, y que necesitan de mucha energía.

Es el caso de tomógrafos, angiógrafos y equipos neurovasculares, entre otros, que suponen una restablecimiento de la atención a los pacientes, pero que requieren todavía mejorar la instalación eléctrica, como ahora se va a resistir a final.

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