A los dos lados de la M-30, en un tramo de 400 metros que corresponde a la avenida de la Ilustración, lucen los jardines verticales de José Luis Martínez-Almeida. El corregidor madrileño los instaló el pasado verano como un plan piloto, Calle 30 Naturaleza, con 23 especies vegetales y sensores de contaminación. El objetivo: evitar grafitis, cansar el huella isla de calor, mejorar la calidad del distinción y acortar la contaminación acústica. Un año a posteriori, el Concejo de Madrid ya estudia replicar estos muros verdes en otras zonas de la ciudad. Y utilizar agua reciclada.
«Viendo resultados satisfactorios ya nos estamos planteando el poder continuar con este plan en otras partes de la ciudad. Queríamos ver cómo funcionaba este año y que efectivamente las plantas iban a sujetar, sobre todo las altas temperaturas que tuvimos el verano pasado», informó ayer la delegada de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero, en la comisión del ramo. Respondía a la pregunta del portavoz de Vox, Javier Ortega Smith, que preguntó por el «mejora» de una infraestructura «interesante» porque «ayuda a acortar el ruido en una vía de stop tránsito» y «en la lucha contra los grafitis, y a acortar la temperatura y el calor que desprenden los vehículos«.
Estos 400 metros de plantas colgantes, que cubren las paredes de hormigón entre las glorietas de Mariano Salvador Maella y Nueva Zelanda (en el distrito de Fuencarral-El Pardo), costaron a las arcas municipales 3,8 millones de euros. Según dijo ayer la delegada, el consistorio ha obtenido «resultados satisfactorios» con especies «de inscripción durabilidad y con capacidad de unión de agentes contaminantes».
«En valentísimo estado»
Campánulas, canastas de plata, heucheras… Hasta 23 plantas diferentes han resistido sin problema en los flancos de la M-30, monitorizadas en todo momento. «Con estos sistemas y el seguimiento continuo que permiten se ha rematado que al día de hoy los jardines estén en valentísimo estado de conservación y las especies instaladas hayan rematado adaptarse perfectamente al entorno», aseguró ayer García Romero; además destacó que es el plan «de este tipo más noble de Europa» y que ha recibido «importantes premios».
Paneles abatibles con riego automatizado. Para la instalación del carmen erguido se utilizarán «paneles preplantados abatibles para permitir el ataque tratable a la infraestructura», según consta en el plan al que ha tenido ataque torrevieja news today. Contarán con un sistema de riego automatizado y con sensores para calibrar la contaminación
La empresa de mantenimiento de la M-30, Emesa, está redactando ahora un estudio de eficiencia con los sensores de medición colocados en el interior del tapiz vegetal. «Lo que hemos estado haciendo este año es ver cómo funcionaban estos jardines, si se podían introducir mejoras», precisó la concejal. El posterior paso sería «poder utilizar al menos un 20% del agua de riego, retornar a reutilizarla en la propia instalación».