Besteiro hace tambalearse la posible censura a Jácome en Orense


Entusiasmo, reacción. El sensación dominó que se barruntaba desde el martes, a posteriori de que la dirección gallega del PSOE desautorizase el pacto de la formación en Carballiño con el PP; amplificado este miércoles por las declaraciones de José Ramón Gómez Besteiro, remarcando que ellos no gobiernan con los populares, se tradujo por la tarde en una advertencia firme de los conservadores: el PSOE regional de Orense ha de aclarar, «expresamente», si tiene autorización para promover y negociar una moción de censura para desalojar de la Alcaldía a Gonzalo Pérez Jácome. Dicho de otra forma: la postura del PSOE en presencia de el gobierno de Carballiño hace tambalearse el futuro político de Orense ciudad, antaño de la nueva reunión convocada para la tarde de este jueves.

El comunicado del PP se difundió poco antaño de las 19.00. Unas seis horas antaño, el secretario caudillo del PSdeG atendía a los medios, en Santiago, y sentenciaba que hay un «ámbito» en el partido, una «orientación» a partir de la cual «todo el mundo sabe dónde puede moverse y dónde no», que se resume en «No gobernamos con el PP, somos la alternativa al PP». Y que «sobrepasarlo e ignorarlo [ese marco] tiene consecuencias políticas». Las que apuntaba la víspera el comunicado enviado desde O Pino: las «medidas previstas en los estatutos y demás legislatura» del PSOE.

Besteiro confirmó que, seguir delante con el acuerdo con los populares, comporta la «tolerancia de expedientes informativos». Que son, remarcó, una «indicación de lo que pasa cuando se traspasan determinadas líneas rojas». «Es una cuestión de marcos», enfatizó; y se encargó de señalar, hasta en tres ocasiones, que no se había desautorizado solo a la ejecutiva gallega, encima de a la provincial, sino incluso «a la federal del Estado»; y que, luego, la «reacción dialéctica» de rajar expedientes, paso previo a una expulsión, lleva incluso la firma de Ferraz.

El político lucense trató de desligar el polvorín inflamado en Carballiño del posible acuerdo en Orense para desalojar a Jácome de la Alcaldía. «Son absolutamente marcos diferentes», «no tiene falta que ver», esgrimió. En la caudal hay un «colapso» y varios partidos implicados, argumentó.

Rueda rechaza vetos

Para los populares, sin retención, han sido demasiadas líneas rojas en pocos días. Antaño de que hablara Besteiro, lo hacía el presidente del PPdeG -además, en la provincia orensana, en Pereiro de Aguiar-. Adicionalmente de endosar el entremés socialista de Carballiño a «la deriva», con «pérdida de apoyo» y «errata de protagonismo», del PSdeG -«le damos estabilidad a un corregidor socialista y al PSdeG le parece mal, así le va»-, volvía a mostrarse muy disconforme con la forma en que han procedido socialistas y nacionalistas en la ciudad de As Burgas.

«Como mayor responsable del partido en Galicia», afirmaba a preguntas de la prensa, «mi opinión es clara: no podemos recibir este tipo de cordones sanitarios, este tipo de vetos» de «los que siempre pierden las elecciones a los que las ganan». En mención al hecho, que él mismo recordaba, de que el «cuarto partido en apoyos» el 28M en Orense, el BNG, «diga que el segundo en Orense y primero en Galicia», el PP, «tiene que olvidarse de cualquier posibilidad de dirigir».

Como en días previos, Rueda achacó a único «postureo», sin «determinación verdadero», la propuesta de acuerdo a tres bandas del PSOE orensano. «A mí no se me ocurre poner este tipo de vetos», rechazó, y volvió a censurar que se les pida colaborar pero no los acepten «ni de broma en el gobierno» regional, encima de «equipararnos al mismo que quieren sacar», por Jácome.

En esa orientación se movió el comunicado vespertino del PP de Orense. Su líder -y presidente de la Diputación provincial-, Luis Beocio, reclamó a los socialistas que digan abiertamente si tienen capacidad negociadora, o perfectamente todo obedece a una «engañosa pose». Beocio calificó de «insuficiente argumento» que se pretenda diferenciar la situación de los dos concellos. Y mostró su desconfianza de que los socialistas no urdan una «mascarada», pasado encima el «espectáculo mediático» generado con la posible moción a Jácome.

«Monaguillos» del PSOE

Mientras, en Carballiño, el pleno extraordinario que Espazo Popular esperaba que sirviese para desalojar al regidor, Francisco Fumega, devino en todo lo contrario: la puesta en espectáculo del entendimiento entre los seis ediles del PSOE (corregidor incluido) y los cinco del PP, que conlleva repartirse el garrote de mando los próximos tres abriles, con el zaguero para los populares, desde el 28 de abril de 2026; y al contrario con la tenencia de alcaldía.

Pachi Vázquez, líder de Espazo Popular, se despachó a complacencia con los populares, a quienes dijo que se convierten en «monaguillos de Fumega y del PSOE». El exsecretario caudillo del PSdeG insistió en que el pacto obedece, única y exclusivamente, a que «Luis Beocio mantenga el puesto en la Diputación»; es «un cambalache», un «dame aquí que te doy allí», acusó. «Luis Beocio es quien traiciona a los votantes del PP en Carballiño y os deja a vosotros con el culo al música», espetó a los populares. «Convierte Carballiño en moneda de cambio», clamó. «Es un pacto exclusivamente de carácter regional», terció Beocio, «no hay monedas de cambio».

Fumega defendió que se entendió con el PP, «por desbloquear esta situación», porque «era ficticio seguir así, sin Orzamentos y sin falta» -en minoría y con la amenaza de una moción de censura de Vázquez apoyada por el PP-. «Tenemos una idea que puede ser buena o equivocada, la vamos a soportar para delante (…). El que no hace falta, no se equivoca», reivindicó el portavoz de los populares, José Rafael Castro-Gil.

Fumega aseguraba el martes que tenía luz verde de la dirección de su partido, que luego lo desacreditó. Aún así, ha seguido delante con su pacto con el PP. Cuando acabe el mandato, pase lo que pase, estará en tiempo de jubilarse.

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *