Dos de cada tres españoles respiraron un aire fuera de los nuevos estándares legales


La preocupación por la sanidad de las personas, cada vez, está más controlada con lupa para revertir cualquier problema derivado de una exposición insalubre a cualquier sustancia que pueda perjudicar en gran medida a las personas. Uno de esos problemas en el foco de las recientes medidas es la calidad del espacio respecto a la contaminación en determinados espacios.

De esta forma, la agrupación de más de 300 grupos ecologistas, Ecologistas en influencia, presenta el documentación de ‘La calidad del espacio en el Estado castellano durante 2023’ donde analiza los datos de las redes de medición de las diferentes Administraciones en la Península. Las conclusiones, dejan vislumbrar la aprieto de implantar un punto de inflexión en distintos aspectos.

La calidad del espacio ayer de la COVID-19

Si aceptablemente es cierto que, durante la pandemia de 2020, al no poder salir de casa, la contaminación no fue incrementada en gran medida, la calidad del espacio en España ha recuperado alguno de los contaminantes que afectaban notablemente ayer de la COVID-19. De esta forma, se llegó a exceder los títulos que la Ordenamiento Mundial de la Lozanía (OMS) recomendada, al mismo tiempo que los nuevos límites adentro del entorno permitido aprobados en el Parlamento en 2024. Sin requisa, no fueron como los niveles de ayer de la pandemia. Este descenso, explican, podría deberse a la crecimiento económica tras este episodio de 2020, por lo que se redujo el consumo de combustibles fósiles y electricidad, un 7,6% por debajo del de 2019.

Viento fuera de los estándares legales

En el estudio llevado a agarradera por la agrupación ecologista nombra a tres de los contaminantes más problemáticos en España como son las partículas en suspensión, el dióxido de ázoe (producido en el escape de vehículos motorizados, combustión y en procesos como la soldadura al curvatura, xilografía de metales y detonación de dinamita) y el ozono troposférico (gas producido por combustible, vapores de gasolina y solventes químicos).

Todos ellos forman parte de una atmosfera contaminada según el nuevo entorno remate y objetivo de 2030, situación que, establecen, afectó a dos de cada tres españoles que respiraron el año pasado un espacio fuera de los estándares legales. Estos datos establecen la importancia y dificultad del desafío que tienen por delante las administraciones. Encima, el espacio que se respiró el año pasado, gozó de sequedad y se colocó en el segundo puesto de más calidez en nuestro país desde 1961.

¿Qué actividades provocan este nivel de contaminación?

En el documentación igualmente se detalla las diferentes actividades de donde emergen estos niveles de contaminación, como el tráfico motorizado como principal fuente en las áreas urbanas. En el resto de áreas, como las suburbanas y rurales, el problema estaría en los contaminantes primarios del tráfico, las industrias y la rebaño intensiva.

Encima, presentan atención a la repercusión del tráfico etéreo y marino en las que, concluyen, los principales aeropuertos y Puertos del Estado podrían acontecer repercutido de una forma relevante en la calidad del espacio donde se ubican.

Imagen de archivo de una clase

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