Su mandato fue breve, de casi nada cuatro abriles, pero en ese corto espacio de tiempo impuso su imperio del terror y pasaría a la historia como el psicópata que gobernó Roma, cuyo sadismo no conoció límites. Se proxenetismo del emperador Gaius Iulius Caesar Germanicus, a quien popularmente se conoce con el sobrenombre de Calígula, que fue asesinado por los guardias pretorianos y los senadores liderados por Casio Quereas y Sabino el 24 de enero del año 41 d.C.
Tras su homicidio, el mandatario que sumió a Roma en el terror fue condenado a la ‘damnatio memoriae’, a borrar su memoria eliminando todo vestigio de su vida y obra: imágenes, monumentos, inscripciones… Por eso, casi nada existen esculturas del autócrata más cruel de la historia, pero una de ellas apareció en Córdoba: un espectacular retrato del emperador que, sorprendentemente, fue vendido y actualmente se expone en la Gliptoteca de Múnich.
Según recoge un estudio del catedrático en Arqueología de la Universidad de Córdoba Carlos Márquez, la habitación apareció durante las obras del edificio destinado a mantener la sede del Mesa de España (se levantó entre 1935 y 1939), situado en la Avenida del Gran Capitán nº 7 y fue adquirida en ese momento por uno de los contratistas de la intervención, Secundino Erroz.
Desde esa época, la habitación formó parte de la colección privada de la tribu Erroz en Madrid hasta que en 2013 se la vendieron a local catalana Jaume Bagot (el precio de liquidación nunca llegó a trascender). Tres abriles a posteriori, en 2016 saltó a los medios la mensaje de que la casa de obras de arte se disponía a entregar el escultura de Calígula en la feria de arte Brafa por un precio cercano al millón de euros.
Pese a tener varios compradores interesados, finalmente fue la Gliptoteca de Munich, con el apoyo de la Fundación Cultural de Länder, la Fundación de Arte Ernst von Siemens y la Asociación de Amigos y Patrocinadores del museo germano, la que se hizo con el escultura de Calígula en 2017. Desde entonces, el retrato, en un ilusorio estado de conservación, se expone en una sala dedicada a los mandatarios de la casa juliano-claudia del espacio expositivo.
Calígula según la Inteligencia Industrial
¿Cómo es posible que las autoridades españolas en la materia dejasen salir la valiosa habitación? «No estaba catalogada y parece que nadie se dio cuenta o a los que tenían que estar al tanto se les escapó», señala el catedrático en Arqueología de la Universidad de Córdoba Desiderio Vaquerizo. «Cuántas colecciones privadas con piezas cordobesas habrá que no conocemos y cuántas obras habrán aparecido de España. Nunca lo sabremos», se lamenta.
En la caudal de la provincia bética se han localizado, según Márquez, dos piezas más que, con gran probabilidad, representan a Calígula. «La primera de ellas es un retrato roto a la cumbre de los luceros, lo que impide una adscripción segura al emperador, si aceptablemente la zona conservada cuenta con todas sus características fisiognómicas; la segunda es una persona de tamaño viejo que el natural y que representa al emperador Claudio, aunque parece que reelaborado de una persona de Gaius. Si se confirmara dicha adscripción para estas dos piezas, estaríamos frente a tres retratos del emperador Gaius en la ciudad de Córdoba».
El escultura en cuestión está primoroso en mármol y se encuentra practicamente inmaculado: sólo tiene la napias dañada, el eje de la corona vegetal que lleva y parte de la sien. La calidad del retrato, con un musculoso matiz de idealización, «nos indica la presencia de un buen taller en su realización que con toda probabilidad no fue de carácter provincial cubo que no se conservan las características que su intervención habría dejado, como, por ejemplo, el vaciado de la parte posterior de las orejas», señala el versado de la UCO.
A buen recaudo
La habitación que se expone en Múnich se encontró calibrado al banda de la zona monumental de la Córdoba romana, al oeste del foro de la colonia y al noroeste del Perímetro de Culto Imperial de la calle Morería. «Al desconocerse las circunstancias del hallazgo, no podemos vincular esta persona con ningún ámbito en concreto, ni oficial o privado, ni civil o religioso. Sin retención, las dimensiones de la habitación, mayores que el natural, y el hecho de aceptar la corona cívica invitan a pensar que debió de pertenecer en origen, por cercanía, a un ámbito oficial en alguno de los dos centros antaño mencionados», señala el catedrático.
Tras el homicidio de Calígula, «y por razones que desconocemos», indica Márquez, esta persona se trasladaría de su oportunidad de origen a este segundo ámbito en la contemporáneo avenida del Gran Capitán (para ser guardado, aceptablemente para ser reelaborado en un futuro o aceptablemente para ser almacenado), que fue donde se encontró en el pasado siglo «y fue lo que motivó, indirectamente, el magnífico estado de conservación en el que se encuentra».
La fortuna salvó de la destrucción esta bella escultura, que ha sobrevivido dos mil abriles y seguirá contemplando el paso de la historia a 2.000 kilómetros de su oportunidad de origen.