Algunos ya se están equipando con escopeta, cuchillo, calzado, mochila o cartera y cartuchera para empezar a cazar caza mayor en Castilla-La Mancha dentro de tres semanas. Una tarea en la que están ocupados justo cuando finaliza la media temporada con sabor agridulce o eso es, al menos, lo que sugieren muchos de los más de 100.000 cazadores con licencia de la comunidad autónoma, que ahora están a la expectativa. de la incidencia de enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) entre los ejemplares de venado de la región.
Una situación que coincide también en el tiempo con el celo, es decir, el periodo de celo en el que el ciervo macho ruge por bosques y barrancos para aparearse con el mayor número de hembras y, de esta forma, garantizar el futuro de la especie. Una época que este año estuvo llena de incertidumbre por el impacto de la enfermedad que afecta de lleno a este animal durante el verano, pero que afortunadamente será leve en el caso de Castilla-La Mancha.
“La incidencia es bastante baja, ya que alcanzará sólo al 5 o 10 por ciento de la población de ciervos”, señala a torrevieja news today el presidente de la corza. Federación de Propietarios Rurales para el Manejo Cazal y la Conservación del Medio Ambiente (Aproca)Luis Fernando Villanueva, quien explica que los mayores porcentajes de mortalidad por esta patología se están produciendo en aquellos cotos cinegéticos donde hay un modelo de gestión más intenso.
El director de la Fundación Artemisana, entidad dedicada a la investigación, comunicación y defensa jurídica de la caza en España, quiere dejar claro que la enfermedad hemorrágica epizoótica “no es zoonótica, es decir, no se transmite de animales a seres humanos”. humanos”. Su incidencia, según indican, “se ha prolongado durante tres o cuatro semanas en verano, sin extenderse porque es en otoño cuando más se reúnen los ciervos, por lo que la previsión es que su padecimiento se reduzca en un futuro próximo y podamos hablemos de ello ahora.” de la inmunización.
En cualquier caso, durante este periodo ha faltado “una mayor implicación” por parte de las administraciones públicas para poder abordar antes los problemas derivados de esta patología en algunos cotos de caza. «De momento, la única restricción que se emite a los cotos -comenta- es el movimiento de vivos, pero no existe ningún tipo de medida para reducir la actividad cinegética, al contrario, se facilitará el avance de la caza al rececho allí donde la enfermedad esté presente. , con el objetivo de eliminar los animales gravemente afectados.
Inicio de la temporada de partidos importantes
De esta forma, ya está casi todo preparado para que, a partir del 8 de octubre, se pueda empezar a cazar para caza mayor tanto ciervos como gamos, muflones y jabalíes, junto a otras especies de caza menor: conejo, zorro, liebre ibérica. , aves no migratorias, becada, paloma zurita, zorzal, zorzal común, zorzal común, avefría, paloma torcaz, paloma bravía y la urraca.
Villanueva cita dos especies que no pasan por su mejor momento, como el conejo, en los últimos años con gran densidad, pero que, según él, “se han criado peor y tienen menos poblaciones”, como se ha podido comprobar en los descartes. Es el mismo caso, apunta, de la perdiz, que “redujo sus puestas primaverales por el calor y las lluvias posteriores, y no se ha recuperado en las segundas puestas, que también son más pequeñas”. “Ha sido uno de sus peores años”.
Cazadores con sus perros muestran trofeos de caza menor
El presidente de Aproca también hace una valoración “agridulce” de la prohibición de media temporada en Castilla-La Mancha, que a su juicio ha estado marcada, una vez más, por la ausencia de la paloma común. «La codorniz ha sido apenas inexistente debido al clima árido, salvo en Guadalajara y parte de Cuenca; La tórtola lleva tres años en el catálogo de especies cinegéticas no cazables debido a la moratoria europea, aunque con cierta recuperación, y la paloma torcaz es la única en ascenso, cada vez menos migratoria y más sedentaria. , como ocurre en algunos puntos de la provincia de Ciudad Real”, apunta.
Por ello, insiste en la puesta en marcha de un plan regional para la recuperación de la caza menor en Castilla-La Mancha, especialmente en el caso de la perdiz. Así, recuerda los acuerdos alcanzados por el Real Federación Española de Caza con los principales partidos políticos antes de las elecciones generales del 23 de julio a raíz de la campaña ‘La caza también vota’, con la que querían visibilizar a los cuatro millones de votantes dentro del sector cinegético. “Esperamos que apoyen nuestras demandas”, afirma Villanueva.
Un acuerdo similar es el alcanzado el 18 de mayo en Castilla-La Mancha por el entonces candidato del PSOE a la presidencia de la Junta de Comunidades y actual El presidente del Ejecutivo castellano-manchego, Emiliano García-Pageque firmó el Pacto de Caza con los representantes del sector.
“Vamos a apoyar al sector cinegético de Castilla-La Mancha y nadie puede tener ninguna duda”, dijo entonces el presidente regional durante la firma de este acuerdo que hablaba de “caza sostenible”. A su juicio, “esta actividad no es sólo un factor social y tradicional, en gran medida con un claro componente histórico y cultural, sino también con una vertiente claramente económica y laboral”.
1,7% del PIB y 14.000 puestos de trabajo
En este sentido, el Ministerio de Desarrollo Sostenible, departamento del que depende la gestión de la actividad cinegética, destaca a torrevieja news today que la caza moviliza más de 600 millones de euros en la región (el 1,7% del PIB regional), impulsando la creación de cerca de 14.000 puestos de trabajo anualmente.
Además, el Gobierno regional apuesta por la incorporación de jóvenes y mujeres. Prueba de ello es que Castilla-La Mancha fue pionera en conceder licencias de caza gratuitas a personas empadronadas en la comunidad que practican esta actividad. “Una iniciativa que García-Page quiere extender al resto de comunidades, con un gran acuerdo entre ellas del que se beneficiará el sector”, apuntan.
Bajo el mandato del presidente Emiliano García-Page también se recuperaron cotos sociales y ya son 9 en la comunidad autónoma (más de 14.000 hectáreas en total). “Es una herramienta más para la práctica cinegética que hemos puesto al servicio de los cazadores”, subrayan desde el Departamento de Desarrollo Sostenibleque informa que a finales de 2022 existían en la región un total de 115.763 licencias de caza, de las cuales la mitad son de personas que viven aquí, datos inequívocos del crecimiento de este sector en Castilla-La Mancha.