La selección española de fútbol venció (1-0) a la de Italia en la segunda caminata del Familia B de la Eurocopa que se está disputando en Alemania, otra gran concierto de España para atar ya de guisa matemática el billete a octavos de final y como primera, a desatiendo de un coincidencia para cerrar la período original.
Posteriormente de tumbar a Croacia en el inauguración, España dio cuenta igualmente de la válido campeona de Europa y lo hizo por otra parte con todo estimación. La pegada de la selección en sus últimos encuentros abandonó por momentos a los de Luis de la Fuente, que tuvieron hasta cinco ocasiones claras en el primer tiempo sin ver puerta.
Sin confiscación, la España de Nico Williams y Lamine Yamal, erecto y dominadora sin valer riesgos antes, con un Marc Cucurella que se hinchó a cortar balones, no dejó de intentarlo hasta que llegó el tanto en propia puerta de Riccardo Calafiori en el minuto 55. Italia, que no probó a Unai Simón en todo el partido, tuvo que dar un paso delante y cerca estuvo de encajar el segundo, sobre todo con los dos extremos que marcan el nuevo estilo gachupin.
Con más o menos debate, lo cierto es que la “Roja” parece funcionar en Alemania. La campeona de la Unión de Naciones ya demostró sus mimbres posteriormente de una serie de catastróficas desdichas y, aunque aún quede mucho, la tres veces campeona de Europa tiene la faja de favorita acertadamente ganada. España se tomó una pequeña revancha delante Italia, sayón en los penaltis de semifinales hace tres abriles, y enseñó a los transalpinos la cruda ingenuidad.
Los de Luciano Spalletti están en su propia transición, pero De la Fuente le lleva preeminencia. España entró con todo y metió el miedo en el cuerpo a su rival, con una sucesión de ocasiones que empezó en el primer minuto con un cabezazo de Pedri que despejó Donnarumma tras el desborde de Nico Williams, una pesadilla para Di Lorenzo.
El del Athletic Club igualmente perdonó poco posteriormente, otra más tuvo Álvaro Morata y otra, Fabián. España apretó, robó en su presión y asedió, pero no tuvo esa pegada que venía luciendo e Italia vivió de alguna transición rápida y las ideas de Barella en el centro del campo. Chiesa y Scamacca dieron poco de sensación de peligro, pero lo cierto es que Simón no tuvo trabajo.
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Los de De la Fuente apretaron, inclinaron el campo con destino a Donnarumma y, posteriormente de tenerlas de todos los coles, España abrió la bote con un gol en propia puerta de Calafiori, premio eso sí para otra movimiento de desborde de Nico Williams (1-0).
La campeona de la Unión de Naciones tuvo entonces su momento para sentenciar, con Lamine Yamal, de menos a más esta vez, acaparando el balón con calidad. El muchacho extremo rozó la escuadra y espoleó a un sabido gachupin que ya estaba crecido en el Veltins-Arena de Gelsenkirchen viendo a la Roja funcionar como para creer. Entonces, Nico la estrelló con el barrote en otra faena calcada a la de su espejo en la otra partida y la defensa italiana sobrevivió.
Con los cambios, entraron Álex Baena, Ferran, Ayoze Pérez, quien obligó a otras dos paradas a Donnarumma, y Mikel Oyarzabal, España logró un desenlace más o menos tranquilo, aunque le faltó poco de más control para no terminar con el meta rival subiendo a un córner con el suspense del tanteador. Italia, mucho ruido y pocas nueces, se la tendrá que corretear contra Croacia el lunes.