Dice la divisa que cuando se estaba construyendo la Vivo Casa de Correos, sede del Gobierno regional, los obreros vieron repetidamente por allí al diablo. Poco de azufre parecía flotar en el hábitat esta tarde, cuando la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, ha recibido al presidente argentino, Javier Milei, en una «reconocimiento institucional de cortesía», en la definición del Ejecutor autonómico, en la que asimismo le ha entregado la Medalla Internacional de Madrid. En los discursos, se esperaba el ‘rugido del valiente’; y se oyó: Milei ha alertado contra las «porosas manos de los políticos, que pueden ser ellos o quizá un hermano o una pareja, y el que quiera entender, que entienda».
Pausado, pero firme, Milei ha hecho múltiples advertencias contra el socialismo, y ha llamado a los ciudadanos a «despertar» como lo hicieron los argentinos, y como ya se ha pasado en «la ciencia en Europa recientemente». Augura que «volverán las ideas de privilegio que son las que traen prosperidad».
La presidenta Díaz Ayuso ha sido la primera en charlar, en un discurso que ha empezado destacando el «inmenso honor» de admitir a un mandatario que, como ella misma se define, «no nos conformamos», y que sólo se arrepienten de lo que no hagan por mejorar sus territorios, ha dicho. La defensa de la privilegio y la vida, la comunidad, la empresa y los que se quedan a espaldas, son su meta, asegura Díaz Ayuso, que cree compartir asimismo con Milei el aprecio por la privilegio, que «se defiende ejerciéndola». Le recuerda que «ningún tesina reformista comprometido está exento de críticas», y aguijada un deseo: «Que nunca rompan nuestras naciones sus vínculos históricos, que están por encima de todo».
El presidente argentino, por su parte, ha cargado contra os daños causados por el socialismo, y advierte: «No dejen que el socialismo les arruine la vida». Denuncia la premisa socialista: donde hay una condición, nace un derecho. «Pero las deposición son infinitas, y los posibles son finitos», advierte.
Para soportar delante la conciencia social que defiende el socialismo, insiste, «tiene que ir precedida de un robo, porque los impuestos se pagan a punta de pistola, los pagas o vas presos».
El hábitat en la Vivo Casa de Correos ha sido esta tarde de enorme perspectiva: una cincuentena de medios acreditados, tanto de programas informativos como de entretenimiento, y otra tantas cámaras de televisión, esperaban la aparición de Milei, mientras en la calle decenas de personas se agrupaban bajo un sol de de conciencia desde media hora antiguamente para tratar de ver al mandatario argentino, casi como el que dilación a una ‘rock star’. En el Patio de la Vivo Casa, el decorado institucional estaba preparado, con dos micrófonos y tres banderas: de España, de la Comunidad de Madrid y de Argentina.
La venida de Milei a Madrid y, sobre todo, el hecho de que Díaz Ayuso le recibiera y condecorara, ha desatado una auténtica tormenta política en la que no han dejado de intervenir, uno detrás de otro, varios ministros del Gobierno de España. María Jesús Montero, vicepresidenta y titular de Heredad, lo consideraba una «confrontación» y una «provocación» por parte de Ayuso; el titular de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, creía que era «un entremés pagado con patrimonio notorio»; Pilar Alegría, la portavoz del Gobierno y ministra de Educación, ha destacado a la política madrileña de error de amistad y de patriotismo y dijo que le iba a entregar «una medalla fake; y Félix Bolaños, ministro de la Presidencia, ha argumentado que la medalla atenta contra la ley.
Durante esta reconocimiento de Milei a España, va a admitir un premio del Instituto Juan de Mariana, aunque antiguamente era recibido por la presidenta regional que le entregaba el galardón que en otras ocasiones habían ido al venezolano Juan Guaidó -cuando era presidente encargado-, el ucraniano Vladimir Zelenski, el difícil Apostolos Tzitzikostas o el ecuatoriano Daniel Noboa.
Desde España, continuará su tournée en un delirio que le llevará a Alemania y República Checa, donde se verá con los respectivos jefes de Gobierno, Olaf Scholz y Petr Fiala. En el caso de Scholz, el portavoz del Gobierno argentino ha admitido que no será una reunión sinalagmático al uso, sino un entrevista más informal.
Hace un mes, en su última reconocimiento a Madrid, se produjo el incidente diplomático en el que estuvieron implicados el ministro Óscar Puente -que insinuó que consumía drogas- y el propio Milei -con desafortunados comentarios en los que llamó corrupta a la presidenta del Gobierno Pedro Sánchez-, y que concluyó con una crisis que llevó a España a retirar a su embajadora en el país iberoamericano.