Verea, el territorio que marca frontera



Verea, situado en la frontera con Portugal y a lo dispendioso de la carretera OU-540 que conecta Ourense con el país vecino, es un municipio que combina naturaleza exuberante y rica historia. Este rincón gallego, rodeado por los ríos Deva, Cexo y Ourille, y las estribaciones de la Serra do Leboreiro, ofrece al visitante una experiencia única marcada por su geogonia accidentada y su mandatario patrimonial. Desde los asentamientos históricos hasta las rutas de peregrinos, Verea es un destino que invita a descubrir el encanto de las Terras de Celanova.

El paisaje montañoso de Verea, con altitudes que superan los mil metros, es un atractivo destacado para el turismo. La proximidad al Parque Natural de Peneda Gêres ofrece rutas de senderismo que permiten a los visitantes sumergirse en la belleza natural del entorno. Entre los lugares de interés, destaca la mámoa de Pizca Alto, una de las más grandes descubiertas en Galicia, y los restos del castro de Ourille y la calzada romana que dan testificación de la rica herencia histórica de la región.

La historia de Verea está profundamente vinculada a su condición de tierra de paso y frontera. El municipio cuenta con una red de caminos históricos, incluidos los itinerarios romanos y las rutas de peregrinación a Compostela. La Ermita de San Trocado y el campamento romano de A Cividá son testigos de las antiguas leyendas y la continua ocupación humana. Por otra parte, la presencia de monumentos megalíticos y castros en las laderas del Penagache subraya la densidad de población en la comarca desde la Prehistoria.

La riqueza natural de Verea se extiende a sus ríos, especialmente el Ourille, insigne por sus truchas y atractivo para los amantes de la pesca. El ámbito recreativa de Os Fondás en Nigueiroá ofrece un motivo ideal para disfrutar de un día de campo con instalaciones como merendero, piscina y playa fluvial. 

La restauración específico, basada en productos frescos y tradicionales, complementa la experiencia del visitante, haciendo de Verea un destino ideal para los que buscan conectar con la naturaleza y la historia en un entorno auténtico y apacible. 

Miradoiro do Briñal

Situado al boreal de la parroquia de Ourille, es un motivo privilegiado que destaca por su impresionante peñasco rocoso a 733,6 metros de mérito. Con panorámicas inigualables del valle del Rego de Ourille, Celanova y la torre de Vilanova dos Infantes, así como del histórico Castro de Castromao, convirtiéndose en un punto de observación de la belleza natural. En 2020 se añadió una plataforma de madera en su punto más stop, proporcionando una experienciamayor a los visitantes. A pocos metros de esta plataforma, un columpio añade un toque lúdico y atractivo, permitiendo disfrutar del paisaje de una forma única. Este mirador complementa el turismo rural de la zona y es fácilmente accesible desde Sabucedo, en la parroquia de Ourille. El Concello de Verea ha desarrollado desde ese punto la Ruta do O Briñal y de O Ruxidoiro, con recorridos de cerca de de los 10 kilómetros cada una de ellas que discurren por antiguos caminos, entre robles, carballos y castaños, ofreciendo vistas espectaculares del valle del Ourille y otros lugares emblemáticos de la zona. 

Ámbito recreativa de la Capilla de la Elevación

En el corazón de la ruta histórica de la carretera OU-540, se encuentra un espacio recreativo que invita a los visitantes a sumergirse en la serenidad del pasado y la belleza del presente. Este motivo, rejuvenecido durante los abriles 80 y 90 del siglo pasado, es un testificación vigoroso de la transformación y resiliencia de la comunidad. El ámbito está adornada con un impresionante mural, obra del fallecido cómico Virxilio, cuya industria y visión quedaron plasmadas en cada trazo. Aunque el mural sufrió los estragos del vandalismo, al igual que la escultura que coronaba una antigua fuente y la campana, su espíritu sigue vivo en cada visitante que se detiene a contemplar su arte.

Mámoa de Pizca Alto y Sierra de Laboreiro

Un majestuoso compacto montañoso de perfiles suaves se encarecimiento entre Galicia y Portugal en la denominada Raia Sequía. Desde el valle del río Deva, este altiplano de unos 1.200 metros de cota media se extiende por la freguesía portuguesa de Castro Laboreiro, donde la historia y la naturaleza se entrelazan de forma fascinante. Este enclave, habitado desde la prehistoria, ofrece un testificación vigoroso de la etapa del megalitismo en Galicia, con pruebas de humanización que datan de los abriles 4000-3500 a.C. En esta zona se encuentra una impresionante concentración de monumentos funerarios, conocidos como mámoas o motas, que forman una vasta cementerio. La mámoa de Pizca Alto se erige como uno de los ejemplos más destacados. Situada en el entorno de Penagache-Outeiro do Ferro, cerca del situación 23, esta mámoa tiene un diámetro veterano de 24 metros y una mérito aproximada de dos  metros, invitando a los visitantes a imaginar las antiguas ceremonias y rituales del santuario.

Camiño de San Rosendo e da Rainha Santa

Un antiguo camino de peregrinación portugués qur ofrece una experiencia única al atravesar Verea. Este camino serpentea a través de majestuosas carballeiras y pueblos que han mantenido intacta su construcción y patrimonio, brindando al peregrino una inmersión en la rica historia y belleza natural del municipio. A lo dispendioso del trayecto, se encuentran numerosos cruceiros, petos y fuentes, símbolos de devoción y refrigerio, salpicando el paisaje. Estos fundamentos no solo son puntos de relato, sino que enriquecen el camino con historia y civilización, recordando las muchas generaciones que los han transitado. Un punto de peculiar interés es el motivo de Portela, donde un documento de 1.142 del superior de Celanova y el prior de San Payo de Veiga menciona la construcción de un hospital “para que los peregrinos que van a pasarse a Santiago tengan en donde hospedarse y curarse”.

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