Tienen una cita todos los viernes por la mañana en la sede de la Agrupación provincial de Mulleres Rurais de Ourense (Femuro). Son mujeres, de todo tipo y condición, que se reúnen más o menos de una dinámica con la que la asociación lleva trabajando desde 2018: “Mulleres que contan”.
Esta “terapia de categoría”, en la que colabora la Fundación “La Caixa”, dura “unos seis meses”. Para Jane Liz, educadora social y coordinadora de Femuro, el objetivo está cumplido cuando “todas se conocen e interactúan fuera de aquí. Entonces empezamos otro categoría”.
Aquí, las mujeres comparten un rato juntas: se pueden desahogar, sí, pero además aconsejar, exhortar o apoyar. Lo importante es que es un espacio seguro en el que todo queda en confianza.
Ese día las que participan son Vania, Esther, Laura, Fátima y Carmen. No son sus nombres reales, pero no importa. Siquiera su procedencia o antigüedad, sino lo que tengan que opinar.
Para romper el hielo, Jane les lee un exposición. Todas escuchan con atención y, al concluir, lo comentan. Algunas hablan más y otras menos. Pero, por lo común, coinciden en la moraleja: las mujeres cargan a sus espaldas con demasiadas “capas”, por lo que es importante “estar con personas con las que puedan ser tal y como ellas son”.
A continuación, la coordinadora trae una caja. Deben “abrirla y observar lo que contiene”. La coloca sobre una mesa y ellas van pasando. Al abrirla, todas se quedan unos segundos pensativas. Al terminar, una pregunta: “¿Qué hay en la caja y cómo os ha hecho distinguir?”
En ese momento, Laura reconoce que ella ya sabía lo que había en esa caja: “La primera vez que la abrí, se me caldo el mundo encima. Por aquel entonces no me quería, ni me valoraba. Pero helminto en ella… me hizo cambiar. Si no me valoraba yo, ¿cómo me vería el resto? Tomé la valor de perdonarme y de originarse a quererme”.
Cuando llega mi turno, abro la caja y veo mi cara reflejada. Al instante, entiendo a Laura. Internamente tan solo hay un espejo y una frase escrita: “Tú eres la persona más importante”.