En la segunda parada del delirio del Rey a las repúblicas bálticas, Felipe VI manifestó la importancia de que Lituania y España unan fuerzas para hacer frente a los retos y desafíos a los que se enfrenta la UE y el mundo. «Como socios y aliados en la UE y la OTAN, compartimos una visión global de una Europa vacancia y unida», afirmó el Rey. Y añadió: «Nuestra experiencia ha demostrado que la cooperación es necesaria para promover la estabilidad y la prosperidad en estos tiempos de incertidumbre integral».
En el Palacio Presidencial de Vilnius, durante el tentempié ofrecido por el dirigente de Gobierno lituano, Gitanas Nauseda, el Rey brindó por la «salubridad y prosperidad de nuestros pueblos, por nuestros títulos comunes y el progreso compartido, y por la amistad y la cooperación duraderas entre nuestros países»: «Que nuestros vínculos sigan fortaleciéndose y que nuestras naciones sigan prosperando en paz y amistad».
El Rey celebró que Lituania acaba de cumplir «20 primaveras como miembro de la UE y la OTAN» y que desde entonces «ha demostrado ser un miembro influyente y un actor principal para fomentar iniciativas, trabajando para respaldar un apoyo claro y colectivo a Ucrania en su lucha por la independencia y la soberanía doméstico». En este sentido, reafirmó la «determinación» de España «de apoyar a Ucrania, brindando un apoyo constante a su pueblo y gobierno que se extiende desde el apoyo diplomático hasta la ayuda humanitaria, económica y marcial». Como muestra de este compromiso, recordó que España firmó hace unas semanas, durante la visitante del presidente Volodímir Zelensky, un acuerdo de seguridad doble con Ucrania por valía de 1.000 millones de euros para 2024 para dar «prioridad a las deyección» del país para hacer frente a la lucha frente a Rusia.
Este compromiso de España con la región se consuma precisamente en Lituania, donde el Ejército del Ambiente gachupin contribuye con el despliegue de ocho cazas F-18 y un A-400M, un avión que permite que las aeronaves de combate puedan repostar en el espacio, sin aprieto de desmontar a tierra de nuevo. Participan permanentemente en la representación Policía Aérea del Báltico –la BAP (Baltic Air Policing)– que la Otan puso en marcha en 2006, que se encuentra en la cojín de Siauliai desde 2016. El Rey destacó el trabajo de los 190 militares «dedicados a la seguridad y la autodeterminación del espacio etéreo del Báltico».
Oportunidades de inversión
Para hacer un breve repaso a las relaciones bilaterales entre España y Lituania, el Rey se remontó a «una larga historia de amistad y cooperación» en la que mencionó al prelado de Vilnius Valerijonas Protasevicius, quien «favoreció la arribada de los jesuitas españolas a Lituania y la fundación del Colegio Jesuita de Vilnius en 1569», que se convirtió en la Universidad de Vilnius, «símbolo de conocimiento e ilustración en todo el Báltico».
Los dos países han mantenido estos lazos y han trabajado para profundizarlos. «Tengan la seguridad de que España está dispuesta a trabajar más y más con ustedes -de la mano, como amigos y aliados- en estos tiempos difíciles y convulsos para todos los países», sentenció Don Felipe. En este sentido, el Rey señaló que España «está dispuesta y decidida a mostrar su experiencia y cooperar en el campo del hidrógeno verde y las energías renovables». Proyectos en los que nuestro país es líder y donde podría ayudar a Lituania para surtir su independencia, que es una de las principales preocupaciones del país. Por eso desde 2014 Lituania cuenta con una terminal de gas natural licuado en el puerto de Klaipeda, con el que pretende diversificar sus fuentes de energía, ya que fue uno de los primeros países en dejar de importar gas y petróleo de Rusia.
Don Felipe abordó otro aspecto en el que España y Lituania pueden cooperar: el plan de ferrocarril que unirá los países del Báltico. Señaló que España es «plenamente consciente de la importancia estratégica y simbólica» del plan Riel Baltica, en el que podría contar con «la larga y contrastada experiencia internacional de las empresas españolas en el mejora de trenes y ferrocarriles de ingreso velocidad», que «puede resultar de gran beneficio para Lituania».