una nueva traición de Pedro Sánchez de graves consecuencias.


De todos es sabido que la Biblia es un compendio de las mayores hazañas morales del hombre, pero también de sus peores miserias y bajezas. En eso Viejo Testamento Hay una historia particularmente desafortunada, la historia de Esaú, quien vendió a su hermano Jacob su primogenitura por un plato de lentejas.

Pues bien, en España tenemos un presidente cuya actuación de gobierno es aún más lamentable que la historia de aquel personaje bíblico, porque Esaú al menos subestimó lo que por derecho era suyo, pero Sánchez, a cambio de cuatro votos que le permiten seguir en la Moncloa, está destruyendo lo que no le pertenece sino sólo a la Nación: la dignidad nacionalel Estado de derecho, el prestigio de la Corona, el increíble trabajo de los jueces y la masiva movilización que el pueblo español lideró, especialmente en las calles de Cataluña, para frenar el golpe de Estado de 2017.

Sánchez ha emprendido el camino de la traición a los españoles y de la rendición continua ante los separatistas y está dispuesto a ceder nuevamente ante quienes llevaron a cabo el desafío separatista para permanecer en el poder.

Como en la paradoja de la rana hervida, el gobierno socialista de Pedro Sánchez ha ido aumentando progresivamente el grado de cocción de su traición al pueblo español: primero fueron los indultos, luego represión de la sedición, posteriormente la reducción de los desfalcos y corremos el riesgo de acostumbrarnos hasta perder de vista lo que realmente nos pone en peligro como Nación y como pueblo. Prueba de ello es la infame visita de la vicepresidenta del Gobierno de España, Yolanda Díaz, al prófugo de la justicia Puigdemont, que supuso una completa bofetada al Rey, al juez Llarena, a nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. y a tantos buenos españoles.

Tras sucesivas concesiones a los golpistas, Sánchez se muestra ahora dispuesto a ceder de nuevo a las exigencias del prófugo Puigdemont a través del supuesto «ley de amnistía». Una ley que no sea de perdón sino de impunidad para quienes atacan el orden constitucional y se jactan de él; y que supondría legitimar el golpe de Estado, reconocer que España no es una democracia o que en aquellos terribles días vividos en octubre de 2017, España se comportó como un Estado opresor frente a los separatistas al oponerse al grave ataque a la convivencia nacional de aquellas fechas . .

España vive una situación de extrema gravedad para la unidad nacional, la convivencia entre Españoles, la democracia y el Estado de derecho. Estamos muy cerca de vivir un golpe de Estado contra España como el de 2017, perpetrado ahora directamente desde La Moncloa.

Por eso, VOX no se cansará de denunciar que no se puede negociar nada con los separatistas ni ceder a sus exigencias. No puedes dejar el coexistencia y el futuro del pueblo español en manos de quienes quieren destruir la Nación, algo que parece que el sistema bipartidista no entiende del todo. Los partidos que no respeten la unidad nacional y la igualdad entre los españoles sólo pueden ser ilegalizados.

Por último, en este momento grave de nuestra historia, quiero hacer un llamamiento a todos los españoles que quieran defender la unidad de España, la legalidad constitucional y la igualdad entre los españoles a participar en la manifestación organización unitaria que la Sociedad Civil Catalana ha convocado el próximo 8 de octubre en Barcelona bajo el lema “Ni en mi nombre, ni Amnistía ni Autodeterminación”, que estoy seguro será un grito y una conmoción que despertará la conciencia nacional en el ante el grave peligro que nos acecha.

Sergio Macián Es diputado de VOX en el Parlamento de Cataluña

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