Mientras los grupos de la concurso se enredan en la batalla del relato sobre una moción de censura que pinta de nuevo a fallida, la ciudad sigue conquistando los principales ránquines económicos de España, aunque no precisamente por su buena gobierno. Así, el Concello de Ourense ha conseguido afianzar, un mes más, la segunda plaza en la clasificación de capitales de provincia más morosas de España.
El Ocupación de Hacienda publicó ayer el periodo medio de suscripción a proveedores correspondiente a abril, y Ourense se sitúa de nuevo como la segunda caudal de provincia que más tarda en respaldar sus facturas. Tras Jaén (677,83 días), se sitúa la ciudad de As Burgas, con 111,43 días de media para abonar los pagos a sus proveedores -el mayor traumatizado por ley es de 30 días-. A cerrojo del mes de abril, según Hacienda, todas las facturas sin respaldar sumaban un montante total de 9,05 millones de euros. No se incluyen aquí las facturas que están sin tramitar, y que según Hacienda acumulaban un monto adeudado de más de 14 millones a cerrojo de 2023.
La situación de Ourense se cronifica, pese a que Jácome llegó en 2019 con una prescripción, que entonces vendía como infalible, para matar con los retrasos en la empresa almacén. La morosidad del Concello de Ourense casi duplica a la de la subsiguiente capital gallega que más tarda en respaldar, que es Santiago (67 días) y queda a abriles luz de A Coruña (43,64), Pontevedra (32,9), Vigo (18,14) y Lugo (12,21).