Tras el tiroteo con dos muertos la confusión de San Juan en el barriada de Font de la Pólvora, el corregidor de Gerona, Lluc Salellas (CUP), ha denunciado que lo más trascendental es que «haya estas armas en nuestra ciudad. ¿Quién lo permite? ¿Quién lo avala?», ha cuestionado, sobre el fusil AK-47 que empleó el autor para atacar a las víctimas, un hombre de 48 abriles y una mujer, de 44. El sospechoso es un supuesto traficante de armas, con múltiples circunstancias, delante lo que el regidor ha abonado que no puede explicar por qué se encontraba en permiso. «Ha pasado por procesos judiciales, y la neutralidad dictamina si puede estar en la calle o no», ha apuntando en RAC1 este martes. Emisora en la que incluso ha indicado: «El ministro del Interior debería explicar por qué hay estas armas en nuestras ciudades».
Salellas ha explicado que Gerona está conmocionada tras lo ocurrido el domingo por la confusión, un suceso que, adicionalmente de los fallecidos, dejó dos heridos graves y incluso causó altercados posteriores, como cuando allegados de las víctimas accedieron al hospital, lo que obligó a los Mossos a desplegar un dispositivo de seguridad. El objetivo del consistorio es «rehacer la vida en el barriada». La grupo del supuesto atacante abandonó ayer la población.
El suceso se produjo tras una disputa entre integrantes dos clanes de etnia gitana. Habría sido a posteriori cuando el ingrediente de uno de ellos habría disparado con el fusil contra las víctimas. Al respecto, el director de los Mossos, Pere Ferrer, ha apuntando en la citada emisora que «la Policía será implacable». Por el momento, los agentes tratan de hallar al sospechoso para detenerlo. Sobre lo ocurrido, sólo ha apuntando que «parece que comienza con una discusión y partir de aquí veremos lo que dicen los diferentes testigos». La investigación se encuentra bajo secreto.
Ferrer ha constatado que la violencia asociada al tráfico de drogas ha aumentado en Cataluña. «Para desmantelar una plantación ayer necesitábamos unos bienes, ahora hemos tenido que aumentar la protección balística de nuestros agentes». El director de los Mossos ha abonado que se ha extendido la civilización de la droga. «Se ha popularizado, se le ha quitado importancia. Lo hemos manido con la maría». El principal aventura es su capilaridad, que el negocio del narcotráfico se infiltre en otros ámbito de la sociedad, por los grandes beneficios asociados. Y, entre sus riesgos, está incluso el del tráfico de armas para proteger la mercancía.
La media, en el caso de la maría, es de una o dos plantaciones desmanteladas cada día en la comunidad. Ahora, otro de los riesgos es el del costo, ha recordado Ferrer. La Policía catalana desmanteló hace unos días dos organizaciones y se incautó de 60 toneladas de la droga, tras meses de investigación conjunta con Vigilancia Aduanera. «Hemos evitado que entren en Cataluña y desmembren barrios, y peleas con armas blancas y armas de fuego», ha sostenido.
Sobre que el autor del tiroteo de Gerona tuviese un fusil, Ferrer ha indicado que «hace unos abriles era menos probable», pero que los Mossos llevan tiempo alertando de que la tenencia de armas de este calibre está vinculada al «comercio de droga». «Las toneladas de costo incautadas tenían un valía de unos 60 millones de euros. Puedes protegerlo a puñetazos, pero los grupos criminales van armados».
Respecto al empalme de dicha problemática, en el caso de Font de la Pólvora, ha constatado que hay «barrios de incorporación complejidad, de altísima vulnerabilidad, y que la Policía no es responsable de la motivación de la violencia. Hay muchos factores sociales. Tasas de paro, problemas de vivienda. La decisión ahora es poner a los agentes que toquen para recuperar el control, pero luego tenemos que pensar qué hacemos en esos entornos de altísima vulnerabilidad social».