Sin embargo, el debate sobre la situación política española ha cruzado el Atlántico antes que Sánchez. Hace dos semanas, el periódico El Correo de Washington publicó un editorial de inusitada dureza contra los planes del presidente del Gobierno de negociar con Junts per Catalunya (JxC). El titular del artículo, firmado por la redacción del periódico, no dejaba dudas sobre su contenido: “España es rehén de una facción de extremistas separatistas”. El texto compara a los separatistas catalanes con Vox y Donald Trump, y afirma que “en España, la fuente” de la política identitaria no es “la raza o la religión”, sino que es “regional, especialmente en la próspera región de Cataluña”.
Finalmente, el diario cita al exministro de Asuntos Exteriores con Pedro Sánchez, Arantxa González-Laya, para defender la tesis de que intentar negociar con los secesionistas es sólo una distracción de los problemas reales que tiene España. Contactado por EL MUNDOtanto el jefe de la sección de Opinión del periódico -cargo que en la prensa estadounidense tiene un enorme poder, ya que el área de Opinión está completamente separada del área de Noticias-, David Shipleycomo autor principal del texto, Leo HockstaderNo quiso añadir más al artículo, alegando que “se explica por sí solo”.
La dura editorial de correo -un periódico que tan recientemente como 2019 publicó un artículo de opinión firmado por Oriol Junqueras– Ha supuesto un cambio sorprendente en la posición general de EE.UU. hacia Sánchez, que desde el inicio de su mandato ha puesto especial cuidado en cuidar las relaciones con Estados Unidos, tanto con el Gobierno de Joe Biden como con los medios de aquel. país, lo que quedó patente en el encuentro con el presidente estadounidense en la Casa Blanca en mayo, justo al inicio de la campaña para las elecciones municipales y regionales.
La clase política norteamericana y más aún la opinión pública son totalmente ajenas a los avatares políticos españoles, mientras el país mantenga su estabilidad política y económica y siga siendo un fiel aliado de la OTAN. La estrategia del Gobierno para los próximos dos meses de negociaciones con JxC es que un acuerdo con ese partido reforzará esa estabilidad, ya que eliminará el potencial foco de tensión que supondría la reanudación del proceso secesionista en Cataluña. Un proceso secesionista que nadie en Washington cree que vaya a ocurrir o que sería bueno para los intereses de Europa o de Estados Unidos -de hecho, esa debe ser una de las pocas cosas en las que Obama, Trump y Biden están de acuerdo-, pero eso todavía genera cierta preocupación sobre su potencial para crear problemas en el futuro.
En principio, en Nueva York, Sánchez sólo se reunirá, en el ámbito de la agenda mediática, con el consejo editorial de la cadena de televisión NBC, la más vista del país, esta noche. NBC es propiedad del gigante del cable Comcast, propietario, entre otros, de los estudios de Hollywood Paramount, de la distribuidora de Internet Xfinity, de la cadena británica SkyTV y del canal de noticias de izquierda MSNBC, el segundo más visto del mundo. país, según la conservadora Fox News. En otros viajes, el presidente ha tenido entrevistas y apariciones en medios que no estaban en su calendario oficial.
La agenda institucional de Sánchez gira en torno a iniciativas multilaterales, aunque es previsible que a lo largo de estos tres días haya oportunidades para mantener reuniones bilaterales con diferentes líderes mundiales. El presidente del Gobierno inicia hoy su intervención en el Foro de Alto Nivel sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible, un plan de la ONU que apoyan todos los grandes grupos políticos españoles a excepción de Vox, que ha volcado su oposición a la Agenda 2030 -otro nombre de la proyecto- en uno de los ejes de su discurso.
Sánchez se dirige este miércoles al Pleno de la Asamblea a las ocho menos diez de la noche, hora local -las dos de la madrugada en España-, aunque, ante el habitual retraso provocado por los más de 30 jefes de Estado y de Gobierno que habrán intervenido antes que él -entre ellos la estrella indiscutible de este año, el ucraniano Volodymyr Zelensky, que por primera vez desde la invasión rusa de su país asiste personalmente a la ONU- probablemente lo haga incluso más tarde. La mala ubicación en el calendario de los oradores es casi una tradición de los presidentes del Gobierno españoles en los últimos años, porque en Nueva York las ocho de la noche son como las diez en España y a esa hora la cavernosa sala en la que pronuncian sus discursos está prácticamente vacío.
El Foro se celebra bajo la sombra de un fracaso catastrófico para sus promotores: ni uno solo de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible -que van desde la igualdad hasta la protección de la biodiversidad y la lucha contra el cambio climático- se alcanzará en 2030. Es más: Según la propia ONU, la marcha hacia la mitad de estos objetivos está retrocediendo, mientras el proceso amenaza con crear un nuevo foco de conflicto Norte-Sur ante las demandas de los países en desarrollo de que el mundo industrializado le dé más ayuda económica. para lograrlos, especialmente en lo que respecta a la transformación energética y el abandono de los combustibles fósiles. Todo esto ha llevado a un debate entre los Estados miembros de la ONU -todos excepto Corea del Norte y el Vaticano- sobre si procede recortar el plan, lo que constituiría una humillación política de primer orden pero, al menos, un acto de Realismo estratégico.
Sánchez participará en otras actividades vinculadas, directa o indirectamente, con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Maná intervendrá por la tarde en Nueva York (las nueve de la noche en España) en la Mesa de Alto Nivel sobre la Reforma del Sistema Financiero Internacional, y el miércoles lo hará en la Cumbre de Ambición Climática, antes de adherir España al Acuerdo sobre Conservación de la Diversidad Biológica Marina. España también es coorganizadora de una reunión sobre diplomacia feminista en la ONU. El presidente también tendrá mañana una reunión con el Foro Económico Empresarial de la Cámara de Comercio Hispana.