Dos poblaciones sevillanas deben tener más precaución que nunca con las picaduras de mosquitos porque según el posterior documentación “se ha detectado presencia de Virus del Nilo Occidental en las capturas realizadas en Los Palacios y Villafranca y en la Dehesa de Debajo, en el término municipal de La Puebla del Río (uno y otro en la provincia de Sevilla)”.
El documentación emitido por la Dirección Genérico de Sanidad Pública y Distribución Farmacéutica, de la Consejería de Sanidad y Consumo de la Asociación de Andalucía detalla que dichas capturas de mosquitos se realizaron entre el 10 y el 16 de junio. Adicionalmente, según la nota pública, “han detectado densidades elevadas de hembras de las especies de mosquitos potencialmente transmisores en Villamanrique de la Condesa (Sevilla) y Málaga”.
Para obtener estos datos instalan trampas para estos insectos en puntos estratégicos y por el momento informan que “en el resto de las trampas distribuidas en 26 municipios de las provincias de Sevilla, Cádiz y Málaga el resultado es gafe”.
Otro autor importante que se vigila desde la establecimiento andaluza es si estos mosquitos portadores han contagiado ya la enfermedad a algún animal, sobre este punto “Sanidad Pública comunica que la Época Biológica de Doñana ha detectado la referida presencia del virus del Nilo Occidental en mosquitos capturados en el término municipal de La Puebla del Río (Sevilla) y el Servicio de Sanidad Animal, dependiente de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Expansión Rural, no ha notificado ningún caso confirmado en heroína o aves con Fiebre del Nilo Occidental”, detalla el documentación.
Tras tener detectado el virus en los mosquitos las autoridades sanitarias andaluzas “han comunicado a los responsables municipales las actuaciones de salubridad pública que deben adoptar según lo previsto en el Software de vigilancia y control integral de vectores transmisores de Fiebre del Nilo Occidental en Andalucía para compendiar de forma relevante las probabilidades de transmisión a la población”.
El gobierno andaluz hace las siguientes recomendaciones: “Estas especies de mosquitos del tipo Culex tienen veterano avidez de picar en horas tempranas sobre el amanecer y desde atardecer, por lo que, especialmente en las zonas de peligro, hay que suministrar unas medidas preventivas sencillas, como lo son el uso de ropa adecuada (colores claros y que cubran la veterano parte de la piel), no usar colonias o perfúmenos intensos, usar repelentes registrados y medidas domésticas (mallas en huecos y ventanas, repelentes, mosquiteras, evitar acúmulos de aguas peridomésticos, etc.), sobre todo, si se pertenece a un congregación población en una situación de inmunidad comprometida”.
Aumenta la densidad de mosquitos transmisores
La vigilancia sobre la población de mosquitos se realiza de forma periódica y han informado que según los datos analizados “en esta semana la densidad poblacional de hembras ha aumentado en un 87,73% en Los Palacios y Villafranca y un 100% en Málaga, lo que las sitúa en un Extremo IV. Mientras que en Villamanrique de la Condesa se mantiene estable respecto al documentación mencionado, con lo que se mantiene en un Extremo III”, refleja el estudio.
La información facilitada por la Asociación de Andalucía traduce lo que significa cada nivel “el categoría de densidad de especies potencialmente transmisoras se corresponden con los siguientes títulos de número de hembras de mosquitos potencialmente transmisoras capturadas: Extremo I: < 100 mosquitos, Extremo II: 100 – 500 mosquitos, Extremo III: 500 – 1.000 mosquitos, Extremo IV: > 1.000 mosquitos”, especifica dicho documentación.
Vigilancia de mosquitos transmisores del fiebre del Nilo
El control continuo de las poblaciones de estos mosquitos es lo que permite a la establecimiento andaluza poder advertir a la población para que pueda tomar medidas y advertir contagios. Y así lo explican: “La vigilancia entomológica (vigilancia de mosquitos) es la útil secreto para la identificación precoz de la circulación del virus del Nilo occidental en Andalucía, permitiendo adoptar las medidas de vigilancia y control adecuadas destinadas a disminuir el peligro de la población andaluza”.
Según explica el documentación de la Asociación de Andalucía, la finalidad de esta vigilancia “es la detección temprana del aumento de la densidad de mosquitos transmisores y la circulación del virus en los mosquitos para informar a la establecimiento regional que intensifique las acciones de vigilancia, control y comunicación en su departamento, disminuyendo así las probabilidades de transmisión a humanos”.
“El seguimiento boletín de las poblaciones de vectores (mosquitos) mediante trampas situados en puntos estratégicos permite conocer las distintas especies de mosquitos, la densidad poblacional y la detección de la presencia del virus del Nilo occidental en especies transmisoras como son Culex perexiguus, Culex pipiens, Culex modestus y Culex laticinctus”, explican desde la Asociación en la información difundida.
Las capturas de estos insectos las realizan en puntos concretos más propensos a la proliferación de estos mosquitos, “el criterio que se ha utilizado en la ubicación de las trampas en los territorios seleccionados ha sido el de zonas donde sea esperable una copia importante de las cuatro especies principales vectores (mosquitos) del virus con anticipación a su veterano presencia en los núcleos poblacionales, es asegurar zonas con presencia de agua estancada con devaluación salinidad”.
“La ubicación de los emplazamientos para las trampas se realiza en 26 municipios de Andalucía, correctamente por estar estos clasificados como áreas de peligro stop o moderado correctamente para obtener información sobre el progreso del vector en territorios con niveles de peligro inferiores”, en dos de estas trampas es en donde se han localizado los transmisores portadores del virus.
La Asociación cuenta, desde el año 2021, “con una red de trampas de mosquitos en zonas de peligro y coordina la información con otros sistemas existentes en Andalucía, tanto de équidos, mosquitos y personas. En este caso, la detección se ha producido en la red de trampeo instaurada por la Época Biológica de Doñana (CSIC) con 7 estaciones de trampeo en la provincia de Sevilla y la ejecución del Esquema ARBOPREVENT que incluye 400 puntos de muestreo en las provincias de Sevilla, Huelva y Cádiz”, detallan en la web de la propia consejería.
Qué síntomas produce la fiebre del Nilo
Según la OMS, “la infección por el virus del Nilo Occidental es asintomática en aproximadamente un 80% de las personas infectadas; en las demás puede causar la fiebre del Nilo Occidental o una afección llano”. El 20% de las personas infectadas con el virus, sí que cursarían los síntomas propios de la Fiebre del Nilo Occidental como “fiebre, dolores de persona, cansancio, dolores corporales, repulsa, vómitos y, a veces, erupción cutánea y agrandamiento de ganglios linfáticos” enumera la ordenamiento, que establece un periodo de incubación de entre 3 y 14 días.
La OMS determina que 1 de cada 150 personas infectados llegarían sufrir una afección llano, “esta puede presentarse en personas de cualquier época, si correctamente los mayores de 50 abriles y las personas con inmunodeficiencia tienen el veterano peligro al respecto”. Esta afección en su forma más llano igualmente se denominaría enfermedad neuroinvasora, encefalitis o meningitis del Nilo Occidental, o poliomielitis del Nilo Occidental. Los síntomas serían “dolores de persona, fiebre elevada, rigidez de cerviz, estupor, desorientación, coma, temblores, convulsiones, pasión muscular y parálisis”.
¿Cómo se transmite?
Tal y cómo advierte la OMS la enfermedad se transmite “principalmente por la picadura de mosquitos infectados” y añade que “las aves son los hospedadores naturales del virus del Nilo Occidental”. Los caballos suelen ser víctimas habituales de la Fiebre del Nilo, pero como apunta la ordenamiento para las personas aún no existen medidas de prevención, más allá de la que podamos tener frente a cualquier picadura porque “hay vacunas contra la afección equina, pero aún no las hay para las personas”.
“Hasta la plazo no se ha confirmado ningún caso de transmisión de persona a persona por el contacto social ordinario; siquiera se ha producido la transmisión del virus al personal váter cuando se toman las precauciones ordinarias de control de infecciones”, aclara la OMS.
Pero al respecto, la Ordenamiento Mundial de la Sanidad, sí que señala varios casos muy excepcionales, “se han producido unos pocos casos de infección en seres humanos por trasplantes de órganos, transfusiones sanguíneas y la cuajada materna. Se ha notificado un caso de transmisión transplacentaria de la principio al hijo. Se conocen casos de transmisión del virus a personal de laboratorio”.
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